por Carlos Szwarcer
La conocí un mediodía de junio de 2003 en su hermoso departamento cercano a Plaza Italia. Eran tiempos en que Lucha Funes oficiaba de anfitriona de un grupo de sefaradíes(1) que ansiaban intercambiar ideas que contribuyeran a la preservación y difusión de la cultura sefaradí.
Por entonces, Lucha me impactó por su bonhomía y fortaleza de espíritu en ese difícil camino por el que se intentaba aunar criterios. Como excelente cocinera de manjares sefaradíes, desplegó en aquella reunión su milenaria sabiduría gastronómica, convirtiendo en “más dulces” los temas de conversación y debate. Aunque esos encuentros no prosperaron, la seguí visitando y nos encontrábamos periódicamente en distintos eventos culturales.
Cuando cinco años después emprendí la compleja tarea de organizar la “Jornada Buenos Aires Sefaradí”, en el marco del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires), Lucha y su esposo, Alberto, fueron los primeros que se enteraron del proyecto. Recurrir a ellos fue como una cábala. Necesitaba cargarme de energía y buenos augurios. Los visité en su departamento, les conté. Lucha me miró intensamente y me dijo:“adelante Carlos, contá conmigo, será un éxito”. Y así fue. No se conformó con el apoyo espiritual. Cuando en el armado de la Jornada se complicó la presencia de una especialista en la temática sefaradí (ninguna institución se hacía cargo del hospedaje y traslado desde Tucumán a Buenos Aires), se ofreció, solidariamente, para resolver el problema.
Aunque en la apertura de la Jornada, en agosto de 2008, realicé un justo y merecido reconocimiento a Lucha Funes -por lo que significó para mí y todos los sefaradíes en el comienzo de la organización de ese importante evento cultural-, necesito recordarlo, señalarlo, en un momento de cierta perplejidad ante la pérdida irreparable. Falleció hoy a la madrugada. Deseo evocar su respeto por las diferencias, su “buena onda”, su alegría, su dulzura, su orgullo y donaire sefaradí.
Le gustaba utilizar la palabra herencia-“erensia”, en judesmo (2) – para referirse a sus tradiciones. Lucha (3) fue una extraordinaria correntina-sefaradí que vivía en esta gran urbe. Otros, muchos, también la echarán de menos. Buenos Aires está triste. Además, llovizna sobre las azoteas.
Fuente: monografias.com
Nuestras Sinceras Condolencias para su Familia y Amigos, asi como para el «mundo» y la Cultura Sefaradi en su conjunto …