Muestra la vida cultural y religiosa de los judíos de la península ibérica.
Hasta el 13 de mayo.
José Belló Aliaga
En la Biblioteca Nacional de España (BNE) se ha inaugurado la exposición Biblias de Sefarad: las vidas cruzadas del texto y sus lectores. La muestra explora la historia de la Biblia hebrea en España; el eje central sobre el que gira, en el judaísmo medieval, la vida cultural y religiosa de los judíos de la península ibérica.
La exposición está organizada por el Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas con la colaboración de la Biblioteca Nacional de España (BNE) y el patrocinio de European Research Council, y podrá verse hasta el 13 de mayo de 2012, en la Sala Hipóstila.
El Comisario de la exposición es Javier del Barco, licenciado en Filología Semítica, en Filología Hispánica y doctor en Filología Hebrea. Actualmente es científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales de Madrid.
Inauguración de la exposición

Al acto de inauguración asistieron el Ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert; el Presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Emilio Lora-Tamayo; la Presidenta del Real Patronato de la BNE, Margarita Salas; la Directora de la BNE, Gloria Pérez-Salmerón y el Comisario de la exposición, Javier del Barco.
Esencia de la exposición
La exposición acerca al visitante a los modos en que la Biblia hebrea era leída, interpretada y representada en la Edad Media. La esencia de la exposición está en los manuscritos que fueron producidos en la península ibérica, que fueron leídos por judíos y por conversos en la España medieval, y coleccionados después por distintos propietarios e instituciones españolas.
La mayor parte de los manuscritos que se exhiben salen por primera vez de sus instituciones de origen, brindando así la posibilidad de conocerlos, observarlos y comprender un fragmento de la historia cultural de España.

Ocho secciones
Ocho secciones articulan la exposición: La Biblia, que goza de un lugar central en la cultura sefardí. Aprendizaje; la lengua de la Biblia, el hebreo, pasa a ser objeto de estudio para emprender la tarea de su traducción. Liturgia, el texto sagrado es la base de la liturgia tanto pública como privada. Exégesis bíblica, sobre las interpretaciones del texto sagrado. Polémica, por las distintas interpretaciones. Razón y revelación, enfrentamiento entre ciencia y fe. Espacios de lectura y tipos de lectores, los distintos usos del texto bíblico y su influencia en la arquitectura, poesía, ornamentación.-Coleccionismo en España, los manuscritos elegidos son un testimonio de permanencia o de viaje de ida y vuelta que refleja las propias vidas de sus lectores y poseedores.
Muchas de las obras que se exponen vivieron un exilio de siglos
La exposición reúne cerca de cincuenta piezas, entre manuscritos, documentos, objetos materiales y artísticos.

El Comisario, afirma: «lo fundamental de la exposición es que es una parte cultural de la historia de España de la Edad Media, muy poco conocida, y hemos querido abrirla al público en general. Mostramos así la producción cultural de los judíos de Sefarad». Y agrega «muchas de la obras que se exponen vivieron un exilio de siglos. La mayor parte de los manuscritos salieron de España después de la expulsión de los judíos en 1492, y en años sucesivos, y solamente algunos permanecieron aquí, unos ocultos, otros en manos de La Inquisición y la Iglesia. Tras varios siglos de exilio esos manuscritos regresaron a España en forma de legados eclesiásticos o de colecciones particulares».
Una Biblia pertenece a la Casa de Alba
Javier del Barco asegura que «es un libro extraordinario que ha permanecido siempre en España. Se le perdió la pista después de su producción en el siglo XV, reapareció en manos de la Inquisición, y se entregó al Conde Duque de Olivares, antepasado de la actual Duquesa de Alba. Es una de las pocas traducciones completas al castellano que se conservan de la Edad Media, fue traducida por un judío, que trabajaba al unísono con dos monjes cristianos. Hubo toda una negociación sobre quien imponía su criterio a la hora de traducir. También es importante por el programa iconográfico que despliega».

Las obras son todas excepcionales, pero cabría destacar el rollo de Esther, o la Fortalitium fidei, que es una importantísima obra judeocristiana de la baja Edad Media.
Del Barco indica que «la BNE tiene el segundo fondo más importante de España de manuscritos hebreos y aporta a esta exposición algunas piezas muy interesantes, entre ellas varias obras de ciencia y geometría.»
Hay una obra de oraciones para las fiestas, que es muy curiosa por sus pequeñas dimensiones. Entre las poesías que contiene se menciona a varias comunidades judías medievales, entre ellas las de Madrid.
Lámparas de sinagoga
Se exponen también unas lámparas de sinagoga que aparecen reflejadas en diversos manuscritos medievales y que sirven para crear un ambiente litúrgico en la exposición.
El Comisario prosigue «igualmente, se podrán ver amuletos, anillos, uno de ellos muy pequeño, de oro, con una inscripción que, posiblemente, se refiera a la mujer poseedora de ese objeto, acompañada de un versículo bíblico. En este caso, se pretende reflejar el uso de la Biblia en ámbitos totalmente distintos a la propia sinagoga, a la liturgia o al propio libro. Al tratarse de una producción manuscrita medieval, cada manuscrito es único, no hay copia».
«Y en todo el mundo se conserva únicamente un diez por ciento del total de ejemplares producidos en aquella época. Buena parte de los realizados en España se conservan fuera del país. Pero quedan obras lo suficientemente relevantes como para montar una exposición como la nuestra. Ha sido muy difícil reunir todo lo que vamos a exponer aquí: es una muestra única en muchos sentidos y merece la pena visitarla», concluye Javier del Barco.
Fuente: lacomarcadepuertollano.com
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