La Asociación en Defensa de Úbeda Patrimonio de la Humanidad ‘Plaza Vieja’ organizó el pasado viernes, 4 de noviembre, en el Teatro Ideal Cinema, una mesa redonda en la que, bajo el título de ‘El patrimonio histórico y su autenticidad’, participaron expertos en la materia como Francisca Hornos Mata, directora del Museo Provincial de Jaén; Rafael Cámara Expósito, presidente de la Asociación IUVENTA-Tarbut Jaén; y Vicente Barba Colmenero, arqueólogo de Arq13 SL estudio de arqueología.
Durante la mesa redonda, los expertos centraron sus intervenciones en la llamada ‘Sinagoga del Agua’, cuestionando si a día de hoy es en realidad una sinagoga u otro tipo de monumento.
Autenticidad
Francisca Hornos explicó en su intervención que “la ciudad de Úbeda tiene elementos patrimoniales de un rango enorme y que revelaciones recientes como la llamada Sinagoga del Agua no empañan la grandeza y excelencia del patrimonio de Úbeda”. Pero también recordó que los informes arqueológicos no se hacen después de presentar el producto turístico, sino que se hacen antes y que, además, deben hacerse públicos y sostener debates en abierto.
Añadió además sobre este asunto que “cumpliendo con las leyes cualquiera puede enseñar lo que es suyo, pero el análisis tipológico y formal de un patrimonio arqueológico, etnológico o artístico no debe ser a posteriori. Siempre podremos volver a reflexionar y analizar lo que ya conocíamos”. Y preguntó: “¿dónde está la excavación arqueológica que se hizo ahí? ¿Quién la hizo? ¿Dónde está el inventario de dicha excavación?”.
Manifestó que Úbeda es una de las cinco ciudades de la provincia de Jaén que cuenta con Carta Arqueológica, “porque la Consejería de Cultura financió su estudio y se realizó un trabajo documentado por la Universidad de Jaén y publicado por Vicente Salvatierra, Irene Montilla, un catedrático de la Universidad de Vitoria y otro de la de Córdoba. Dicha Carta estudia solar por solar, con unos criterios y unas formas de actuar. Dichas normas están incluidas en el planeamiento urbanístico, de protección de bienes culturales de la ciudad desde los años 90 y se pueden aplicar. Ello ha sido determinante para que les fueran reconocidos sus valores por la UNESCO el año 2003. Úbeda es una ciudad de excelencia donde la Administración cultural ha volcado muchos esfuerzos económicos en especialistas, estudios y una Oficina Arqueológica que hemos pagado entre todos los andaluces. Siempre hay que hacer intervenciones previas. No vale decir que las cosas están ahí, mientras no las estudien no se puede decir lo que sea.”
En relación con el documento citado por uno de los asistentes al acto, documento referido a la mencionada Sinagoga, Francisca Hornos manifestó que se trata de “un trabajo final de un Máster de edificación, no es de arqueología, sino de construcción, y realizado por un arquitecto técnico, no un arqueólogo. Tenemos una Administración cultural que se ocupa de estas cosas y tenemos formatos como garantía. He sido turista en la ‘Sinagoga’ y todos los aspectos de que me han hablado son hipótesis y no existe ninguna documentación. La autenticidad está por encima de la opinión de cada uno.”
Llegado a este punto, Francisca Hornos afirmó: “no se puede llamar monumento a la Sinagoga del Agua y no la podemos comparar con otros monumentos de la ciudad, porque pierde Úbeda. No hay documentación de las excavaciones que pueda llevarme a decir que es una sinagoga. Los productos turísticos son otra cosa. De lo que estamos hablando aquí está a otro nivel que no se puede comparar con el excelente patrimonio de la ciudad.”
La Directora del Museo Provincial manifestó que no se deben tratar los temas del patrimonio desde las opiniones frívolas y recalcó algunas ideas claves. Señaló que el patrimonio histórico y cultural ha sido cambiante a lo largo del tiempo y las leyes, también, en paralelo; que los bienes arqueológicos siempre son públicos aunque estén en terreno privado y que el patrimonio tiene diferentes valores de uso, formales, estilísticos y simbólicos. “El patrimonio no se nos revela sino que se construye con una herramienta: la ciencia histórica. Esta se compone de muchas disciplinas: la arqueología, la historia del arte, la numismática,… Y con ellas se selecciona, preserva y ‘santifica’ declarándolo ‘monumento’, y lo hacemos vivir entrando en la dinámica económica del turismo, el desarrollo urbano… Siempre se parte de una materia prima y sus emisores son personas que se dedican a ello en la administración cultural y también especialistas en patrimonio que emiten esa construcción.” Resaltó Francisca Hornos que “nada es revelado y todo debe ser contrastable”.
Terminó su intervención destacando la importancia de no utilizar banalmente nuestro patrimonio puesto que el turismo cultural no consiste en disponer de los elementos patrimoniales como “telón de fondo” de una visita. Cree que sólo con más recursos destinados a educación tendremos públicos educados y por consiguiente turistas exigentes.
Un estudio
Por otra parte, Vicente Barba Colmenero, arqueólogo profesional del estudio Arq13, con intervenciones en Marroquíes Bajos en Jaén, el Palacio de los Orozco en Úbeda, y un largo currículum profesional en actividades arqueológicas y publicaciones, manifestó que para que el patrimonio sea auténtico debe ser suficientemente estudiado con un protocolo científico. “Es un proceso largo, de investigación, protocolos y normas en la arqueología, leyes, reglamentos, fuentes bibliográficas y Cartas Arqueológicas como las de Úbeda.”
Era preciso, dijo, evitar la banalidad del turismo cultural. Los sitios deben ser auténticos, genuinos y verídicos. Habló de ejemplos contradictorios de mal uso del patrimonio y relató de manera pormenorizada el proceso de excavación arqueológica en la Judería de Jaén y el recientemente realizado en el Palacio de Rodrigo de Orozco de Úbeda, considerando a éste último como un museo abierto de la construcción en el Renacimiento.
También afirmó, en relación con la referida ‘Sinagoga del Agua’, que “las excavaciones arqueológicas no se hacen a posteriori. Hay que hacer un proceso de investigación previo, de documentación, de exposición pública y con mucho contraste académico. Debe hacerse el procedimiento adecuado y no empezar la casa por el tejado, sin ello no se puede decir que es una sinagoga.”
Sin base documental
Rafael Cámara Expósito, fundador y presidente de IUVENTA y de Tarbut Sefarad Jaén, además de activo participante en el ámbito de la cultura hebrea en España, hizo referencia a la dificultad de identificar el legado material hispano-judío, exponiendo los debates que sobre esta materia se han venido celebrando en España, con la participación de hebraístas y arqueólogos.
Informó ampliamente de cómo se está abordando el proceso de identificación del legado material en la Judería de Jaén y sus posibles sinagogas. Igualmente, Cámara manifestó no disponer de la base documental mínima de la Sinagoga del Agua que le permita pronunciarse sobre ella. Sí expresó la importancia de tener en cuenta una buena serie de indicios a la hora de poder identificar elementos de catalogación de una sinagoga, como se está haciendo en la Judería de Jaén. Indicios como la tradición oral, situación en la judería o a proximidad, la orientación del edificio, el tipo de entradas, etc.
Fuente: Andalucía Información
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A propósito de la nota anterior, hemos buscado imagenes de esta supuesta sinagoga encontrando lo siguiente:
Úbeda añade la Sinagoga del Agua a su patrimonio
La ciudad patrimonial de Úbeda (Jaén) sigue deparando sorpresas al viajero. Quien pensara que todo su legado arquitectónico y monumental ya estaba puesto en valor se equivoca. El hallazgo de una sorprendente sinagoga en un edificio de titularidad privada ha arrojado más luz sobre las civilizaciones que han pasado por este lugar, en especial durante la Edad Media y, de paso, ha reforzado aún más la oferta turística de este enclave declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La denominada Sinagoga del Agua ha abierto al público convertida en el Centro de Interpretación de las Tres Culturas. Está enclavada en pleno casco antiguo de Úbeda, en la esquina de las calles Roque Rojas y Las Parras. En una zona, por cierto, que no está documentada como antiguo barrio hebreo.
Su descubrimiento sorprendió a los propietarios del inmueble en el que se realizaban obras para construir varios apartamentos turísticos. Tanto fue así que su dueño tuvo claro de inmediato que debía paralizar su proyecto urbanístico para poner al servicio de la ciudad un yacimiento que ha cautivado a los investigadores y a los turistas que ya se han adentrado en su interior.
La Sinagoga del Agua conserva restos de lo que pudo ser una antigua sinagoga judía. Cuenta con siete pozos conectados entre sí y un mikvé (baño ritual judío). Los expertos consideran que en España sólo hay constancia de un espacio similar en Besalú (Girona), aunque en este caso los baños están en la planta superior del templo. «Es un lugar mágico, un descubrimiento único, un viaje en el tiempo», subraya el empresario turístico Andrea Pezzini, responsable de la sociedad Artificis, que ha llegado a un acuerdo para la explotación turística de este nuevo atractivo monumental.
Los visitantes pueden apreciar la mezcla de las culturas hispano-árabe, musulmana y cristiana. Y es que se ha constatado que el templo fue ocupado por la Inquisición, y previamente fue una sinagoga con unos baños rituales de purificación en la planta baja. El propietario del edificio, Fernando Crespo, destaca que la rehabilitación y acondicionamiento del lugar ha requerido mucho trabajo y una importante labor de investigación. De hecho, en el recorrido por la sinagoga también se exhiben pinturas, cerámicas, documentos y elementos arquitectónicos y decorativos del edificio.
Las autoridades municipales y los historiadores han valorado la sensibilidad del empresario ubetense para poner en valor parte de las señas de identidad de la ciudad. «Ha creado un interesante espacio para la comprensión de la histórica presencia de las tres grandes culturas monoteístas en dicha ciudad de la comarca de La Loma. Se trata de una visita que no deja indiferente a nadie por la excelente rehabilitación del edificio», ha señalado Rafael Cámara, presidente de la asociación Tarbut Sefarat. Fernando Crespo confía en que la sinagoga «sirva como ejemplo para que otros muchos descubrimientos se rehabiliten, en lugar de ocultarlos o destruirlos para no complicar unas obras». Conscientes de las oportunidades que este hallazgo ofrece, las autoridades han contactado con universidades y grupos de investigación para ampliar los trabajos de campo.
Por GINÉS DONAIRE para El Pais
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