Próximamente, concretamente el próximo 16 de noviembre, celebraremos el cuarto centenario de la muerte, en la ciudad francesa de Toulouse, del pensador tudán Francisco Sánchez. En este blog hemos ido abordando su figura y su trascendencia con diversos posts, el primero de ellos, de hace quince años – evidentemente necesitado de alguna actualización – sigue siendo una breve aproximación a su vida y obra: https://tudensia.blogspot.com/2008/09/francisco-snchez-o-tudense.html .
Desde Tudensia queremos sumarnos a la celebración de esta efeméride que tiene que contribuir a revitalizar el conocimiento de esta iglesia de Tuden del siglo XVI autora de una singular aproximación al pensamiento europeo de aquella época con su libro Quod nihil scitur .
A pesar de que la obra de Francisco Sánchez fue conocida por autores importantes como Francisco de Quevedo o Miguel de Cervantes, nuestro pensador careció de reconocimiento en los círculos académicos e intelectuales españoles a lo largo de la Edad Moderna. Ciertamente su ascendencia judía y su pensamiento filosófico basado en el escepticismo sobre la posibilidad del conocimiento limitaron la difusión del Quod nihil scitur en el ámbito español. No ocurrió lo mismo con pensadores europeos de renombre como Kant, Leibnig, etc. que conocieron y estudiaron la obra de Sánchez.
Habrá que esperar hasta finales del siglo XIX para que un intelectual español como Marcelino Menéndez Pelayo recupere la figura de Sánchez en el discurso pronunciado en su recepción como académico en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas el 15 de mayo de 1891. .Una conferencia titulada: De los orígenes de la crítica y del escepticismo y especialmente de los precursores españoles de Kant ». Este discurso fijará el paradigma hermenéutico sobre Sánchez dominante en España durante muchas décadas y todavía vigente en la actualidad.
Posteriormente, en el ámbito de la cultura hispánica, centraron su atención en Sánchez, por un lado el historiador de la filosofía Eloi Bullón y Fernández quien en 1905 publicó en Salamanca «Los precursores españoles de Bacon y Descartes» y posteriormente , a partir de la década de El treinta, será el filósofo Joaquín Iriarte quien prestará especial atención al pensador tudanés.
Ya Menéndez Pelayo recogió la polémica de la cuna de Francisco Sánchez entre Braga y Tui, aclarada por el investigador HP Cazac poco tiempo después, en 1904, con el descubrimiento de su autógrafo declarándose nacido en nuestra ciudad, si bien es cierto que en otros escritos se define genéricamente como «bracarense» o «hispano».
El posterior descubrimiento, en 1920, de su partida de bautismo en Braga reabrió la polémica, o más bien el debate sobre cómo encajar esa afirmación de haber nacido en la ciudad de Tudano, hacia 1550, según su discípulo y primer biógrafo R. Delassus, y su bautismo al año siguiente en la iglesia de San Xoán do Souto en Braga. Aún hoy no tenemos una explicación adecuada para esta circunstancia.
Antes de estas palabras de Menéndez Pelayo, nadie en Tui había hecho referencia alguna a la figura de Francisco Sánchez, ya que ni Ávila y La Cueva en su monumental obra de 1852 recogieron información sobre el tema, ni el libro de Máximo Casal González “Historia Apuntes-biográfico-descriptivos de los MN y ML Ciudad de Tuy y sus hijos ilustres leídos en el Liceo Artístico en octubre de 1884 ” ofrece alguna referencia.
Habrá que esperar al segundo número del Boletín de la Real Academia Gallega, del año 1906, donde Manuel Murguia publica un artículo titulado Francisco Sánchez llamado «el excéptico» en el que recoge los descubrimientos de HP Cazac y la relación de Sánchez y su familia con el judaísmo y su condición de «nuevos cristianos» que viven a ambos lados del río Miño. Murguía abre una línea de investigación y difusión de la vida y obra de Francisco Sánchez en el ámbito de la cultura gallega.
En 1922, la revista «Nós», referente imprescindible del pensamiento gallego, publicó una traducción al gallego de la principal obra de Sánchez, el libro Quod nihil scitur , del profesor del Instituto de Ourense, Xan Aznar. Fue en el número 12, del 25 de agosto de 1922, cuando publicó el primero de los artículos titulado » El filósofo del Tuy » que, tras esta primera entrega con una introducción a la obra y biografía del filósofo, continuará con el gallego. traducción de dicha obra en los siguientes números: 14-15, 19-23, 26-27, 30, 35-37, 40, entre los años 1922 y 1927 [1] . Cabe destacar que ésta fue la primera traducción de Quod nihil scitur a una lengua romance, en este caso el gallego, y su versión española se retrasó hasta 1927.
El gallego supo aprovechar esta circunstancia que posicionó a Galicia en el panorama del pensamiento europeo del Renacimiento. Y así en el año 1929 el Centro Gallego de Montevideo organizó una conferencia sobre Francisco Sánchez que será impartida por el filósofo uruguayo Luis Gil Salguero. Se titula » El escepticismo de Francisco Sánchez » y está referenciado en la revista del propio centro, en 1930, y recogido en un libro titulado Publicaciones del Centro Gallego, IV y V ciclo de conferencias , publicado en 1930.
Un trabajo realizado por el mundo emigrante y gallego continuó con la edición en 1944 de una traducción al castellano en la colección «Camino de Santiago» impulsada por la editorial «Nova» de Buenos Aires, que fue fundada y dirigida por Luís Seoane y Arturo Cuadrado, dos nacionalistas exiliados, que publican once títulos sobre temas y autores gallegos, tanto contemporáneos como clásicos, como es el caso de esta obra » Que nada se sabe» con portada del propio Luis Seoane.
Hubo que esperar hasta 1937 para tener una primera referencia propiamente tudanesa sobre Sánchez. El canónigo e historiador Juan Domínguez Fontenla publica en el diario «Faro de Vigo», del 27 de julio, un artículo titulado: » Un gallego ilustre: Francisco Sánchez era de Tui» que constituye, en el estado actual de nuestros conocimientos, la primera referencia en bibliografía local sobre la atroz figura de Sánchez [2] . Domínguez Fontenla acredita, en una nueva oportunidad, su amplio bagaje sobre la historia tudanesa y las fuentes bibliográficas porque recoge gran parte de los dichos de Cazac y de diversos autores portugueses. Aunque esta obra fue recogida en el libro de las fiestas de San Telmo de este año 2023 por su interés y su carácter pionero, la publicamos en este post como documento de referencia en la recuperación de la memoria de Francisco Sánchez para nuestra ciudad y sus gente.
La bibliografía tudense sobre nuestro médico y filósofo se enriquece con la aportación del cronista oficial tudense, Manuel Fernández-Valdés Costas, que publica en el Boletín de la Real Academia Galicia del año 1956 una obra titulada: Francisco Sánchez «el sképtico»: lugar y fecha de su natalicio con una nueva afirmación de su cuna en nuestra ciudad.
Otro Tudan, el también doctor Darío Álvarez Blázquez, dedica su tesis doctoral presentada en 1960 con el título La vida y la obra del celebre Doctor gallego Francisco Sánchez «El Escéptico», catedrático en Toulouse: (1550-1623) a Francisco Sánchez y titulado con calificación de «sobresaliente cum laude». En esta tesis realiza un análisis detallado de la bibliografía existente sobre la polémica de las nacionalidades de Sánchez y posteriormente un amplio acercamiento a la obra médica de nuestro autor. Anteriormente, en 1959, publicó un artículo titulado Francisco Sánchez «el escéptico» en la revista del Museo de Pontevedra . Posteriormente, tomando también como base su tesis, Darío Álvarez publica, en 1964, el libro » Francisco Sánchez, «El escéptico». Un precursor gallego » en el que reafirma su reivindicación de origen tudán.
En 1982, el Museo y Archivo Diocesano Tudense publicó un escrito de Francisco Sánchez, titulado » Sobre la duración y brevedad de la vida» . Un texto elegido y presentado por el prestigioso investigador Carlos Mellizo, profesor de la Universidad de Wyoming en Estados Unidos, autor de diversos trabajos sobre el pensador tudan.
El siguiente hito en la investigación del tuyano Francisco Sánchez lo protagonizó Ernesto Iglesias Almeida, cronista oficial de la ciudad, quien en un artículo titulado «Los judíos de Tui » publicado en la revista Sefarad en 1987 documenta la presencia de su padre, el doctor Antonio Sánchez, en nuestra ciudad. Iglesias Almeida encontró el contrato entre Antonio Sánchez y el Cabido de la catedral tudense por el que fue contratado como médico en 1558. En consecuencia, la familia Sánchez residió en Braga en 1551 para el bautismo de Francisco y regresó a Tui unos años después. La hipótesis, hasta entonces generalmente aceptada, de la breve presencia de esta familia en Tui quedó así en entredicho.
Muy recientemente, otro historiador tuyano, Suso Vila, ha aportado otro documento destacable sobre la estancia del doctor Antonio Sánchez en Tui. Se trata de la medición por parte del Cabido de una gran propiedad en la zona de Lagoa con un contrato firmado el 7 de enero de 1564 que prolongaba la estancia de la familia Sánchez en nuestra ciudad, aunque aún desconocemos una fecha concreta de su salida de Tuí. En esta obra titulada “ El exilio de los jóvenes cristianos en Galicia. El ejemplo de la familia de Francisco Sánchez ” publicado en la revista “ Murguía. Revista Galega de Historia ” del pasado año 2022 Suso Vila también ofrece un análisis documentado de las relaciones familiares que favorecerían y facilitarían la fuga de Antonio Sánchez y Filipa de Sousa, con su hijo Francisco, hacia Burdeos debido a las presiones derivadas de la situación social. clima contra los “nuevos cristianos” y a las visitas de los inquisidores tras la creación del Tribunal de la Inquisición en Santiago de Compostela en 1562.
Finalmente, haciendo referencia a que en el ámbito de la investigación académica en Galicia en torno a la figura de Francisco Sánchez en las últimas décadas, es necesario citar dos nombres. Por un lado, F. Fernández Dobarro que presentó, en 1985, su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid titulada Francisco Sánchez y el escepticismo de su tiempo , que será publicada por la Diputación Provincial de Ourense en 1988. El otro profesor Se trata de Martín González Fernández, catedrático de Filosofía de la Universidad de Santiago de Compostela, que completó su tesis doctoral sobre La filosofía de Francisco Sánchez, el «escéptico»: (1550-1623) en 1985, publicando posteriormente numerosos trabajos sobre el pensador tudanés. entre los que destaca el libro El laberinto de Minos: Francisco Sánchez, el «Escéptico», un gallego del Renacimiento publicado en 1991.
Este breve acercamiento a algunas de las principales investigaciones sobre la trayectoria de Francisco Sánchez sirve de umbral y contextualización para tres artículos que publicaremos en Tudensia en los próximos días dedicados a que nuestro pensador se sume al reconocimiento, en el cuarto centenario de su muerte. , de este destacado médico y filósofo que con su obra Quod nihil scitur realizó en el año 1581 un aporte filosófico único que aún hoy sigue despertando interés al expresar el poder del pensamiento. Para Tui y para Galicia, recuperar la figura atroz de Francisco Sánchez es fundamental. Esperamos que estas actividades faciliten su incorporación a nuestra memoria colectiva como un hito único en nuestra trayectoria histórica.
Un gallego ilustre: Francisco Sánchez era natural de Tui
De pocos hombres se ha escrito tanto como acerca de este ilustre filósofo y notabilísimo médico que a fines del siglo XVI y principios del XVII ilustró con su ciencia las universidades francesas de Montpellier y de Tolosa.
No satisfecho con haber dedicado gran parte de su vida a la enseñanza universitaria especialmente en la última de aquellas ciudades en la que fue Real catedrático de artes liberales y Filosofía y de Medicina, Rector de la misma Universidad y por último decano de la Facultad de Artes y después de la de Medicina, en cuyo cargo le sorprendió la muerte, dejó también en pos de si una estela luminosa de ciencia en obras muy notables que le han granjeado mucha fama, no solo en Francia, campo principal de sus labores científicas, sino también en otras naciones a donde llegó su ilustre nombre.
Razón es esta por la cual son muchos los escritores que en sus días y posteriormente se han ocupado en su personalidad, en el análisis de sus escritos que han formado época y en hacer investigaciones relativas a su biografía. De mucho tiempo acá no se publica ninguna obra de “Historia de la Filosofía” que no trate de este notable hijo de Tui. España es tal vez la nación en que menos se ha escrito acerca de él.
El punto más dicutido –objeto único de este artículo de carácter puramente histórico- es el relativo a su nacionalidad. Muy pocos son los escritores que lo hacen español; contadísimos los que le recuerdan como nacido en Tui; la mayor parte de ellos dicen de él que es natural de Braga, capital de la antigua provincia y comarca de Entre Duero y Miño, en el norte de Portugal.
No es del caso referir cuáles son los escritores que siguen esta opinión errónea, que tal vez el mismo Francisco Sánchez fomentó inconscientemente, calificándose a sí mismo de “bracarense” cuando explícita y francamente en documento oficial que reproducimos gráficamente de que “nació en la ciudad de Tui”.
Antes de presentar a nuestros lectores este importantísimo testimonio demostrativo de su verdadera nacionalidad vamos a resolver y destruir las razones en que se apoyan los que no le permiten nacer en Tui.
En los documentos oficiales de los registros académicos de la Universidad de Montpeller, donde nuestro paisano terminó sus estudios literarios, hablando de sus grados existen las siguientes notas:
1ª En 23 de noviembre de 1573 al recibir el grado de Bachiller en Medicina firma así: «Yo Francisco Sánchez, español, de la Diócesis de Bracar, he obtenido el título de Licenciado».
2ª El 29 de abril de 1574, al ser Licenciado en Medicina escribe «Yo, Francisco Sánchez, de la diócesis de Bracar, recibí el grado de Licenciado».
3ª En 13 de julio de 1574 al recibir colación de Doctorado en Medicina, suscríbete «Yo Francisco Sánchez, español, de la diócesis de Bracar, recibí el grado de Doctorado».
Al leer estas frases repetidas “diocesis Bracarensis” dedujeron que el mismo había afirmado su nacionalidad portuguesa y su patria de Braga. Nada más inexacto, porque el insigne filósofo y médico sólo habla en un sentido muy lato de que era de la archidiócesis bracarense, refiriéndose a la que se conceptuaba históricamente capitalidad eclesiástica de su país, la cual extendía su jurisdicción y abrazo toda la antigua “Gallaecia” romana, y a la cual aún en nuestros días, dan la prerrogativa de “Primada de las Españas” todos los teólogos y canonistas portugueses.
Francisco Sánchez, que tenía arraigos familiares en Portugal, como veremos, al subscribir las actas de recepción de sus grados académicos, se acomodó al estilo antiguo histórico, refiriéndose a la capitalidad arcaica de la provincia eclesiástica que unas veces perteneció a Lugo y otras a Braga, y solo recientemente, al hacerse independiente Portugal de España, pasó a Compostela.
La voz “Bracarense” tiene además un sentido poco conocido y es que se identifica con la palabra “gallego”. La antigua “Gallaecia” extendíase a uno y otro lado del Miño desde el Duero, y por eso las voces gallego y bracarense tienen un carácter sinonímico histórico, y solo en este sentido la empleó nuestro escritor, al llamarse bracarense del lado de acá del Miño.
Existe, en efecto, en las mencionadas subscripciones una palabra que confirma plenamente esta nuestra afirmación, y desvirtúa en absoluto la idea de que sea bracarense geográficamente su nacimiento. Llámase de hecho en dichas subscripciones “Hispanus-Español”.
Ahora bien. Si Francisco Sánchez hubiese hecho estas declaraciones después del año 1580 en que se verificó la anexión de Portugal a España en los días de Felipe II, cuando toda la península ibérica pasó a constituir una sola nación; España, pudiera haber lugar a confusiones, pero no fue así, sino que escribió esto en los años 1573-74, y entonces estaban absolutamente separadas ambas naciones.
Al hablar Francisco Sánchez de su tío político paterno, llamado Antonio López que vivía en Valença do Miño, llama a esta ciudad la “última Lusitaniae urbs”, es decir, última o extrema ciudad de Portugal, lo cual prueba que para él eran naciones distintas la española y la portuguesa, y por lo tanto al llamarse a sí mismo “hispanus”, “bracarensis” fue lo mismo que español y gallego, no natural de Braga, sino como sufragáneo de la ciudad constituida por Constantino el grande capital de la Gallaecia romana y Metrópoli más tarde de nuestra provincia eclesiástica.
Veamos ahora la prueba categórica de su nacionalidad tudense.
En el libro registro de matrículas de la Universidad de Montpeller hállase el documento, cuyo autógrafo reproducimos a continuación, perteneciente al 21 de octubre del año 1573 folio 49 vuelto del libro académico correspondiente a esta fecha.
“Yo Francisco Sánchez, español, “nacido en la ciudad de Tui” fui interrogado por el Señor Francisco Faeneo, Procurador de esta Academia y recibido por el Señor Lorenzo Jouberto. Canciller, entre los estudiantes de Medicina, y pagué los derechos del Colegio, y prometo observar los estatutos, y elijo por mi padre (padrino académico), a don Francisco Faeneo, Procurador de esta Academia.”
“En fé de todo ello escribí estas con mi propia mano en el año del Señor mil quinientos setenta y tres, en el día veintiuno del mes de octubre.” – Francisco Sánchez. (firmado y rubricado.)
Por los detalles deducidos de sus grados académicos y brevísimas notas de su biografía, se deduce que nació nuestro paisano en la segunda mitad del año 1550. A esta fecha no alcanzan los libros parroquiales de Tui que hemos rebuscado diligentemente. No existe partida de supramental de su bautismo como alguien afirmó.
Sabemos que su padre se llamó Antonio Sánchez, y tuvo una tía paterna avecindada en Valença do Miño casada con un tal Antonio López, el cual venía casi diariamente a visitar a su familia de Tui. Tuvo dos hijos en Tolosa, el uno llamado Dionisio y el otro Guillermo, hombres de letras que dedicaron sus obras a la memoria de su padre. Tuvo también un primo llamado Duarte Paulo, natural de Lisboa.
Falleció Francisco Sánchez en la ciudad de Tolosa, a mediados de noviembre de 1623, siendo sepultado el día 16 de dicho mes en la iglesia de los Padres Franciscanos de la Gran Observancia, la cual iglesia hoy ha desaparecido. Tenía entonces setenta y dos años de edad.
Estos detalles tomados de su partida de sepultura eclesiástica en el libro de defunciones de la basílica de Notre Dame-la-Daurade, en Tolosa, situada en las cercanías de la Facultad de Medicina, prueban y confirman que el notable filósofo y médico era cristiano católico, pues se cobijaban sus cenizas en la tierra sagrada de un templo de los hijos de San Francisco de Asís.
[1] Ver https://tudensia.blogspot.com/2020/05/francisco-sanchez-traducido-ao-galego.html [2] Sobre Juan Domínguez Fontenla nos hemos ocupado de este blog en el siguiente post:https://tudensia.blogspot.com/2023/06/juan-dominguez-fontenla-precursor-da.htmlJuan Domínguez Fontela
De la Real Academia de la Historia.
Publicado en Faro de Vigo el 26 de diciembre de 1937
Publicado en el Blog TUDENSIA de Rafael Sánchez Bargiela |
Traducción libre de eSefarad.com del original en gallego.
Agradecemos a Rafael Sánchez Bargiela por acercarnos este interesante artículo