eSefarad Noticias del Mundo Sefaradi
El pasado 26 de noviembre de 2020 el escritor Hernán Rodríguez Fisse dio una conferencia en el ciclo Raices de Sefarad 2020 Online del Centro Cultural Sefarad y transcribimos aqui por su gentileza el contenido:
Deseo agradecer a Liliana y Marcelo Benveniste por invitarme a su portal online Raíces de Sefarad, que nos permite conectarnos con cientos de personas de Argentina, Brasil, Los Ángeles, México, Nueva York, Venezuela, España, Israel, desde nuestro escritorio en Santiago de Chile.
Desde hace bastante tiempo el matrimonio Benveniste se encuentra realizando una extraordinaria labor comunicacional, al rescatar y poner en valor el enorme patrimonio cultural sefaradí. Una gigantesca tarea por difundir los múltiples y variados aspectos que caracterizan a los descendientes de Sefarad, desde la lengua ladinada, tanto en su versión escrita como hablada, pasando por el hermoso acervo musical, hasta llegar a la exquisita gastronomía.
La conferencia que escucharan a continuación la dividiré en dos partes. En primer lugar voy a referirme a la necesidad de escribir biografías o memorias y junto a ello haré una propuesta metodológica para llevarlas a cabo. En la segunda parte voy a dar a conocer brevemente cada una de las cuatro investigaciones efectuadas hasta ahora y que han culminado en libros ya publicados, y que numerosos oyentes los han leído o están prontos para hacerlo. Los dos primeros, PREFIERO CHILE y ELIE ALEVY. LA MARCA DE AUSCHWITZ, agotados en papel, se pueden bajar de internet por Amazon ebook en Kindle. Los dos siguientes, SEFARDÍES EN EL EXILIO y PARÍS AMOR Y DOLOR, en breve tiempo más también estarán en Amazon. Las personas que lo deseen en papel me pueden escribir en forma directa a mi correo electrónico personal zejelchile@gmail.com y se envían a domicilio.
Estos casi diez meses de pandemia por culpa del coronavirus, que tiene al mundo totalmente trastornado, me han demostrado que la brecha entre vivir o morir se acortó de manera impresionante, al no tener certeza alguna que el día de mañana continuaremos habitando este mundo. Si tuvimos la mala suerte de contaminarnos existen grandes posibilidades de poner fin a nuestros sueños e ilusiones. En consecuencia afloró con mayor fuerza aún la necesidad de dejar un testimonio de lo que hicimos o dejamos de hacer durante nuestro paso por la tierra. Creo no equivocarme al decir que nadie desea terminar su existencia con un pasado banal. En consecuencia se hace imperiosa la necesidad de contar lo que tenemos guardado, para que alguien o nosotros mismos lo dejemos por escrito. Tal vez en algunos casos ignorando los remordimientos y exaltando virtudes.
También se puede dar el caso, y eso es más loable aún, que hijos o nietos se preocupen de relatar lo vivido por el padre, la madre, el abuelo o abuela ya fallecidos, destinando los recursos necesarios para tan magnífica tarea.
De manera muy breve les voy a proponer una metodología para escribir una biografía de una persona que aún se encuentra entre nosotros, o bien algún descendiente que esté interesado en dejar testimonio dedicado a la bendita memoria del fallecido.
Antes de entrar a la metodología propiamente tal, quiero señalar que toda persona tiene historias, vivencias, anécdotas, experiencias, alegrías, dolores, éxitos o fracasos posibles de relatar. No es necesario haber sido un personaje público, famoso, o sobreviviente de alguna tragedia.
Lo primero que debemos hacer es escribir una línea del tiempo, con plena certeza de las fechas en que ocurrieron los eventos, empezando con el nacimiento y continuando con la cronología considerada relevante para la biografía. Las fechas personales permitirán hacer una relación con los acontecimientos ocurridos el mismo día, mes o año, con hechos del propio país o del mundo, como hago habitualmente en mis libros. Este es el piso firme que nos permitirá edificar la biografía, son los cimientos.
A continuación se deben identificar a las personas que se vincularon con el protagonista en las diferentes etapas de su vida. Por supuesto los padres, hermanos, parientes, maestros, amigos y enemigos (si es que los hay), vecinos, compañeros de todo tipo, jefes, colaboradores, enamorados o enamoradas, parejas, hijos, nietos. Personajes nacionales o internacionales que despertaron algún interés, como líderes políticos, religiosos, deportistas, de diferentes expresiones artísticas, como literatos, pintores, cantantes, actores o actrices de cine. Algunas mascotas, lugares geográficos o ciudades visitadas y un gran etc.
Las historias propiamente tales deben incluir la niñez, sin importar si fue feliz o traumática, experiencias escolares y universitarias, si es que hay estudios superiores. No dejar fuera la etapa de la madurez personal, que incluye enamoramientos o desilusiones, crisis de identidad o sociales (la pandemia es de estas últimas). Enfrentar fuerzas del mal, como los que coaccionan las libertades de todo tipo, adicciones, grandes deudas, cesantía o salud quebrantada. Experiencias laborales positivas y negativas. Convivencia con la pareja y los hijos.
El relato puede seguir un orden cronológico o bien se puede iniciar con un acontecimiento determinante en la biografía. En periodismo esto último se denomina la pirámide invertida, de tal manera de despertar el interés del lector en las primeras líneas.
A continuación chequear y volver a chequear para que los datos estén correctos y, además, plantear un relato coherente, sin hechos ilógicos.
El título debe coincidir con lo narrado, además de ser llamativo e intrigante.
Contratar un revisor de texto, profesional que ayudará a perfeccionar el relato y descubrir errores de escritura.
Si al inicio de la biografía se contrata a una persona para que obtenga la información y escriba el relato, se debe dejar bien en claro, desde el primer día de iniciado el trabajo, si el colaborador será anónimo o irá su nombre en la publicación.
Lo último es el diseño, sobre todo si la biografía incluye fotografías, tanto para la portada como el interior, antes de ingresar a la imprenta. En la elaboración del presupuesto se deben considerar los cuatro ítems, escritor, revisor de texto, diseñador e imprenta, cada uno con costos diferentes.
