El Palacio de los Olvidados de Granada suma a su colección sobre la historia y la cultura sefardíes una muestra dedicada a la Inquisición y los instrumentos de tortura que utilizaron los tribunales seglares y eclesiásticos, 70 piezas entre originales y réplicas que han atraído a más de 10.000 usuarios.
Una horca con vistas a la Alhambra, guillotinas y máscaras de tortura, se mezclan en el Palacio de los Olvidados de Granada con símbolos de la cultura sefardí, con relojes de sol y avances astrofísicos que recuerdan la presencia y persecución de los judíos y evidencia la luz y la sombra de otra época.
Este museo dedicado a la cultura sefardí abrió en el 2014 en la Casa Palacio de Santa Inés, un edificio del siglo XVI recalado en un callejón junto al Paseo de los Tristes, y ofrece desde junio la muestra «Inquisición. Antiguos Instrumentos de Tortura».
Música de cuerda tenue como la luz de sus estancias conduce por el recorrido del terror y el sufrimiento y adelanta, con un esqueleto atado a una rueda y con el sambenito que señalaba a los impíos, el repertorio de elementos de tortura distribuidos en sus dos plantas.
La directora del Palacio de los Olvidados, Sagrario González, detalló que en los tres meses transcurridos desde la inauguración de la colección más de 10.200 personas se han acercado a una muestra que impresiona.
«Para nosotros es una forma de dar a conocer una parte de la historia que está oculta y ha hecho mucho daño, un alegato contra la tortura para que no se vuelvan a repetir las atrocidades de otros tiempos», apunta González.
La muestra plantea un análisis riguroso de la historia a partir de una selección de textos, grabados y de las máquinas de tortura más utilizadas por los tribunales seglares y eclesiásticos para forzar las confesiones, toda una serie de artilugios para infligir el mayor de los dolores.
El peso de la mujer judía para trasladar sus creencias, los avances científicos y culturales que aportó la tradición sefardí, la estrella de David y documentos históricos o meguillah se entremezclan con garruchas, potros de tortura o cinturones de castidad ideados por tribunales de la época.
La muestra distingue entre torturas, pena capital y humillación pública e incluye módulos expresamente creados para Granada referidos a la persecución de los judíos y la Inquisición en España.
Fuente: granadahoy