El Club Senior de Alcorce visita la Casa Sefarad de Córdoba

El encuentro estuvo guiado por su director Sebastián de la Obra

El pasado miércoles, 12 de marzo, el Club Senior de la Asociación Familiar Alcorce realizó una visita a la Casa Sefarad de Córdoba, invitados por su director, Sebastián de la Obra Sierra. La actividad permitió a los asistentes adentrarse en el legado cultural y espiritual de los judíos sefardíes en la Península Ibérica, de la mano de una figura clave en la defensa de los derechos humanos y la conservación de la memoria histórica.

Historiador y bibliotecario, Sebastián de la Obra ha presidido la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, ha sido adjunto al Defensor del Pueblo Andaluz y actualmente dirige también la biblioteca y el archivo del Parlamento de Andalucía. Durante la visita, ofreció un recorrido por la historia sefardí, destacando que los sefardíes son los judíos de Sefarad —nombre hebreo de la Península—, cuya influencia cultural se percibe en aspectos fundamentales de la sociedad actual, desde la poesía hasta la artesanía, pasando por la música o la espiritualidad.

Narró los 1.400 años de presencia judía en la península y los 500 años de diáspora que siguieron a la expulsión de 1492. Explicó cómo la comunidad sefardí ha preservado su identidad a través de la lengua —el judeo-español, una forma de castellano con aportes hebreos—, la gastronomía y el romancero tradicional. Obras como Los Infantes de Lara o los estudios de Manuel Albar y Menéndez Pidal fueron mencionados como ejemplos del aporte sefardí al romancero español.

También abordó la historia de los «cristianos nuevos» o «marranos», judíos conversos que, pese a su conversión oficial, continuaron practicando su fe en secreto. Apellidos y figuras relevantes como María de Cazalla, santa Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz, san Juan de Ávila o fray Luis de León tienen raíces en ese contexto ya que proceden de conversos.

Uno de los momentos más emotivos fue el recital de cantos sefardíes que ofreció el propio Sebastián de la Obra. Interpretó piezas como el Canto del perdón para Yom Kipur, Lamma badaya, Abrisme galanica y la conocida Dona, dona, de origen askenazí, que fue coreada por el grupo.

Durante la visita, también explicó el simbolismo del Sefer Torá y el significado de la sinagoga como «lugar de encuentro», además de mostrar la sala dedicada a la Inquisición. En ella, diferenció la inquisición medieval de la moderna y reflexionó sobre la censura histórica y la actual cultura de la cancelación, citando ejemplos como la comedia Lisístrata.

La jornada concluyó con un aperitivo en la sede de Alcorce, tras una experiencia marcada por el aprendizaje, la reflexión y la conexión con una herencia cultural que sigue viva.