eSefarad Noticias del Mundo Sefaradi
Mientras pienso en recuerdos…
voy girando lentamente
el caleidoscopio de mi cerebro.
Veo figuras…
épocas pasadas…
noche de Pesah…
mi padre
a la cabecera de la mesa
y todos alrededor
cantando la Hagadah…
y el cabritico…
y yo
con un boguito en el hombro
con matzá de aficomin.
Sigo girando nuevamente
el caleidoscopio de mi cerebro…
me veo con pantalones largos
los primeros,
escuchando música de tañedores…
gente que canta y baila…
es un kidushim…
el de mi hermana.
Sigo girando de a poco
el caleidoscopio de mi cerebro…
veo a mi padres canoso,
han pasado muchos años…
es noche de viernes
estamos en familia
recibiendo el Shabbat,
comiendo manjares sefardíes
preparados con amor
por mi madre.
Cantos ladinos
brotan de cada uno
y …mi padre
entona algunas romanzas
que han quedado
marcadas a fuego en mi memoria …y
en mi alma…
«Una matica de ruda»… y
«Finadico de Iasimin».
Dejo de girar
el caleidoscopio de mi cerebro
reflexionando sobre
las imágenes vistas…
me detengo… en los cantos
que entonaba mi padre
y me pregunto…
¿que nos pasó?
¿porqué ahora no cantamos?
¿nos olvidamos?
¿tenemos timidez?
¿vergüenza?
¿o no supimos transmitir estos cantos
a nuevas generaciones?
Hermanos…
giren los caleidoscopios
de vuestros cerebros…
y recaten del olvido
esos cantos que escucharon
de boca de vuestos padres
en dulce romance ladino…
para que sus hijos
y los hijos de vuestros hijos…
que son dos veces hijos…
los transmitan eternamente.
R.A. Janá
Dic./2004
