Lo que sigue es el discurso de David Galante en el acto central del Día del Holocausto en Buenos Aires realizado el lunes 2 de mayo de 2011.
David nació en el seno de una familia judía en la Isla de Rodas (entonces italiana, hoy griega) y fue deportado en el año 1944 al Campo de Concentración de Auswitch sobreviviendo terribles momentos que relata en su libro «Un día más de vida».

Buenas Noches
Hoy estamos juntos aquí para recordar a la Shoah. Una vez más, nos reunimos para recordar lo que nunca debió haber sucedido.
Pero “¿Como explicarle al mundo lo que significa “Recordar la Shoah?”. Algunos tendrán vivo el recuerdo del día en que se enteraron leyendo un diario o escuchando la radio que 6 millones de judíos fueron eliminados en campos de exterminio por la feroz maquinaria Nazi. Los que no habían nacido para ese entonces, recordarán cuándo fue la primera vez que un amigo, o un pariente les habló de este nefasto acontecimiento. Recordarán también los libros, las películas, las escenas tantas veces narradas y hasta el testimonio de los sobrevivientes.
Sin embargo, para mí, recordar la Shoah, me lleva a revivir la muerte de mis padres, de quienes me separaron a la fuerza en la estación de trenes de Auschwitz. Para mí, Recordar es volver a ver a mis hermanas calvas y demacradas a través de una alambrada, sin poder hacer nada para ayudarlas. Recordar la Shoah, es para mi revivir el grito desesperado de las madres separándose de sus hijos para siempre y volver a escuchar una voz desgarradora que repetía: “Los hiyos a los viejos; los hiyos a los Vieyos”. Recordar la Shoah, es impregnarme del olor a carne humana quemada que invadía todo el campo y que nos acostumbramos a respirar.
Recordar la Shoah es revivir el humo negro escapando intensamente por las chimeneas de los crematorios día y noche. Es seguir viendo el numero que tengo tatuado en mi brazo, con el que intentaron robar mi identidad y al que me enfrento todos los días.
Recordar la Shoah es volver a encontrarme con amigos colgando de una soga o desfalleciendo de hambre a mi lado. Recordar la Shoah es un par de zapatos que salvaron mis pies del congelamiento y es también el silbido de una bala que rozó mi nariz para impactar en la cara del hombre que estaba parado a mi lado.
Recordar la Shoah es para mi volver a enfrentarme con el temor a la muerte con el que me despertaba cada mañana, y con el que cada noche me acostaba. Es volver a llorar por un pedazo de pan o una papa cruda. Recordar la Shoah es volver a vivir las selecciones, la mirada selectiva del doctor Menguele que decía despreciativamente “Derecha” o “Izquierda” y saber que “Derecha” significaba literalmente las cámaras de gas.
Por eso, creo que es importante que todos estemos hoy acá para recordar la Shoah, aunque no todos recordemos lo mismo. Yo recuerdo muchas cosas de Auschwitz. Recuerdo la barraca donde vivíamos hacinados de a siete en cada camastro y en donde cada mañana un compañero amanecía muerto. Recuerdo las rejas electrificadas, donde muchos jóvenes quedaron atrapados buscando el sueño de la libertad.
Pero hay algo que recuerdo por sobre todas las cosas y es la voz de los moribundos que antes de entregar su alma, me decían: – “Salvate David. Sé fuerte. Salí de acá y cuéntale al mundo lo que viste, lo que nos han hecho y lo que nadie, ni en su peor pesadilla, podrá jamás imaginar. Salvate y lleva tu recuerdo por el mundo, para que nuestra muerte no sea en vano y nuestra memoria sea honrada por las generaciones venideras. Salvate para contar lo que has visto y puedas dar testimonio de este horror”.
Me toca a mí honrar la memoria de todos aquellos que me pidieron que esté aquí esta noche para contarles lo que allí pasó. Y no porque no sean importantes los libros, los diarios, las películas, los relatos y todas las pruebas documentales que existen, y que son fundamentales para mantener viva la llama de la memoria.
Nosotros los sobrevivientes, estamos aquí para que el mundo siga recordando lo que nos ha tocado vivir. Los sobrevivientes somos la prueba viva de la masacre y el exterminio. Somos la prueba viva de lo que nunca nadie podrá negar.
Los negacionistas no estuvieron allí. Ninguno de los que se llena la boca negando el holocausto ha estado en Auschwitz, en Treblinka, en Chelmno, en Sobibor. Somos la prueba viva de cualquier argumento que niegue a la Shoah. Ninguno de ellos ha vivido la muerte en un campo de exterminio, como lo hemos hecho los sobrevivientes.
No queremos que nos nieguen. Queremos que se recuerde por siempre el dolor de lo que nos ha tocado vivir, y sobre todo, la tragedia de los que no han podido sobrevivir para contarlo. Son seis millones de vidas exterminadas. ¿En qué cabeza se puede negar tanto horror?
Para terminar, quiero agradecer profundamente a la Fundación Memoria del Holocausto, por ayudarnos a convivir con estos terribles recuerdos de una manera digna y por ayudarnos a compartirlos con miles de jóvenes, de quienes esperamos lleven la bandera de la memoria a las próximas generaciones.
Gracias a todos por acompañarnos en este día tan importante como doloroso y por ayudarnos a compartir y difundir este recuerdo. Recuerden, siempre recuerden, porque olvidar es volver a matar a los mártires de la Shoah.
Buenas Noches.
David Galante – Mayo de 2011
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Aníbal Fernández hablo en acto conmemoración holocausto judío

02 de mayo de 2011 (terra-DERF) Hora: 22:20 La comunidad judía argentina rindió homenaje a las 6·000·000 de víctimas del régimen nazi durante un acto que se llevó a cabo en el teatro Coliseo, y que tuvo entre sus oradores al jefe de Gabinete
Aníbal Fernández, quien afirmó que «su idea de la memoria es exactamente nuestra idea de la memoria» en referencia a las políticas sobre los delitos de lesa humanidad.
«Hoy es un día de memoria pero también de rebelión.
Recordamos, y cuando recordamos la sangre se calienta y fluye, el pecho se hincha en ese recuerdo. La autodeterminación de un puñado de hombres y mujeres que eligieron morir luchando en el gueto de Varsovia, es una evocación dolorosa pero a la vez provocadora», comenzó el funcionario.
Para después reivindicar a la figura y juventud de Mordechai Anielewicz -entonces comandante en jefe de la Organización Lucha Judía durante el levantamiento del gueto de Varsovia de 1943- y la tarea del pedagogo Janusz Korczak, el jefe de ministros citó fragmentos del poema Himno de los Partisanos, de Hirsh Glik.
Fernández pidió «imaginar aquél gueto» con «escuelas clandestinas y coros que entonaban canciones tradicionales, sótanos donde se realizaron conferencias, debates desarrollados entre susurros casi inaudibles y una red de solidaridad social que ayudaba a mantener en alto la moral de todos, aún cuando pretendían someterlos al grado más profundo de lo inhumano».
«Semejante dolor a uno le hace pensar las cosas que nos han pasado como argentinos. Por Dios, nunca compararse con lo que ha sucedido en la `shoah` (holocausto), jamás pretendería comparar la shoah y los 6 millones de judíos sometidos y ejecutados con nuestros 30 mil detenidos-desaparecidos, ni aquél ejercicio brutal de la fuerza con los años más oscuros de nuestra historia reciente», señaló el ministro.
A su vez, pidió permiso para «decirles con orgullo, que su idea de la memoria es exactamente nuestra idea de la memoria», y agregó que «recordar es muy importante, conocer qué existió».
«Que el estado de Israel existe, que la Shoah existió, que existieron la embajada de Israel y la AMIA. Pero dejenme también sostener que hemos aprendido que no habrá nada más fuerte que la transmisión oral para no perder esa memoria, por eso es tan impresionante y conmovedora las expresiones de David Galante (sobreviviente del holocausto) en este acto».
El funcionario pidió «redoblar los esfuerzos y aprender a convivir con todos los seres humanos, hombres y mujeres de cualquier raza, religión o etnia, comprendiendo lógicamente a aquellos que no piensan de la misma manera», y exhortó «por un respeto a las ideas y formas de actuar» entre todos los «grupos culturales».
Por su parte, el presidente de la DAIA, Aldo Donzis afirmó durante su discurso que «todo comenzó con la enseñanza del desprecio, la demonización y la deshumanización del otro, del judío y del diferente», y que el holocausto debiera recordarse «por lo que nos enseña sobre la humanidad».
En ese sentido, recordó que «la bestia no ha muerto y tiene seguidores patéticos, aspirantes a genocidas, propagadores del odio», por eso reclamó a que, mas allá de la recordación se «ejerza denuncia de todo hecho discriminatorio, de la violación de los derechos humanos y de cada acto judiofóbico, y de la incitación al odio y destrucción del estado de Israel».
Más adelante, el dirigente condenó «las masivas violaciones de los derechos humanos en Libia y Siria, donde regímenes dictatoriales masacran a sus propios conciudadanos indefensos, ejerciendo el terrorismo de estado que los argentinos sufrimos en carne propia».
«Instamos a nuestro gobierno y a los gobiernos respetuosos de los derechos humanos a votar el próximo 20 de mayo en contra de la incorporación de Siria como miembro del consejo de derechos humanos de las Naciones Unidas», reclamó.
En otro reclamo , esta vez sobre el atentado a la AMIA, Donzis afirmó que «continúa impune, con concretas imputaciones a funcionarios y ex funcionarios oficiales iraníes», y agregó que «es sumamente grave que en Argentina haya personajes que pretendan amparar a prófugos de la Justicia, agraviando con su actitud la memoria de las víctimas».
El acto contó también con la presencia del el embajador de Israel, Daniel Gazit; y el sobreviviente David Galante, entre otros dirigentes, funcionarios, autoridades de la comunidad judía y del ámbito nacional, dignatarios de diversos credos y representantes del cuerpo ciplomático acerditados en Argentina.
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eSefarad Noticias del Mundo Sefaradi
El señor David Galante, al igual que el Profesor Vidal Sephiha y algunos mas, representan en si mismos, la memória viva de lo que fue aquel gigantesco genocidio que hemos dado en llamar «Shoa», cobrando por ello su Testimonio un valor incalculable, en tiempos como los nuestros marcados tristemente por un creciente negacionismo …
Su particulares aportaciones a combatirlo por medio de la difusion de lo que supuso el Holocausto, orientada principalmente a los mas jóvenes, es llamada a contribuir significativamente en la concienciacion de las nuevas generaciones, en pos de una sociedad mas abierta y tolerante, en la que no haya lugar para esos prejuicios etnicos, religiosos ó culturales, que tanto daño han causado (y causan aún) en muchos lugares del Múndo …