La sinagoga que fue construida a iniciativa de Samuel ha-Leví, un notable judío en la corte de Pedro I de Castilla.
La Sinagoga de Samuel ha-Leví, o del Tránsito, actual Museo Sefardí de Toledo, es la muestra arquitectónica más importante del pasado hispanojudío. Os contamos algunas curiosidades si pretendes visitar este importante Museo toledano.
En el siglo XIX, la antigua Sinagoga del Tránsito fue declarada monumento nacional y sometida a un proceso de restauración para preservar su valor histórico y arquitectónico. En 1964, hace ahora 60 años en 2024, fue cedida al Ministerio de Cultura de España y convertida en sede del Museo Sefardí, lo que contribuyó a su reconocimiento internacional como un importante centro cultural y turístico del que ahora os traemos, en homenaje, un buen puñado de curiosidades del Museo Sefardí.
Un poco de historia del Museo Sefardí en Toledo
- Comienza su construcción a mediados del siglo XIV por orden de Samuel ha-Leví, encargado de recaudar las rentas y derechos del rey Pedro I de Castilla (apodado por algunos “El Cruel”)
- Tras la firma del decreto de expulsión por parte de los Reyes Católicos (1492), el edificio deja de ser utilizado como templo judío y pasa a ser cedido a la Orden de Calatrava como lugar de culto cristiano. Posteriormente, con la Desamortización de Mendizábal (1836) pasa a ser propiedad del Estado.
- El 7 de mayo de 1877 la capilla del Tránsito es declarada Monumento Nacional. El mecenas y Marqués de la Vega-Inclán solicita que la Sinagoga se confíe al Museo del Greco en 1911. En 1964 se crea el Museo Sefardí, reuniendo objetos que cuentan la historia de los judíos en España y sus descendientes.
- El 13 de junio de 1971 se inaugura y abre al público el Museo Sefardí para divulgar el legado hispanojudío.
El actual Museo Sefardí ha sido sinagoga judía, capilla cristiana y archivo de la Orden de Calatrava (que añadieron el retablo o la sacristía), barracón militar y hospital-asilo, durante su larga historia que se inicia en el siglo XIV.
Origen del logotipo del Museo Sefardí
Una pileta de mármol blanco, de forma rectangular, interpretada como pileta de abluciones sinagogal y reutilizada como pila de fregadero posteriormente, con una serie de símbolos judaicos como el candelabro de siete brazos o menorah, el cuerno ritual o sófar, la rama de palmera más los pavos o animales simbólicos que flanquean la escena es el origen del actual logotipo del Museo Sefardí. Se podría corresponder con el “rito de las cuatro especies” que se celebra en la fiesta de los Tabernáculos, Sukot, una de las grades fiestas judías de peregrinación al templo de Jerusalem en la época del segundo Templo.
En el ángulo izquierdo de la pileta aparece escrito, en caracteres hebreos irregulares: ‘Paz sobre Israel y sobre nosotros y nuestros hijos, amén’ y a la derecha, en caracteres latinos, la inscripción “Pax fides”, completándose la escena con una inscripción en caracteres griegos ilegible, todo ello fechado en el siglo V d.C. en Tarraco (Tarragona)
Samuel ha-Leví, fundador de la sinagoga
El judío Samuel ha-Leví Abulafia (Toledo, 1320 – Sevilla, 1360) fue consejero y almojarife del Reino de Castilla y miembro del Consejo Real. Tuvo un importante perfil diplomático y consiguió una notable fortuna personal por su posición. Gracias a ello, y en contra de las disposiciones en Castilla que desde Alfonso X prohibían la fundación de nuevas sinagogas, edificó la Sinagoga de Samuel ha-Leví o del Tránsito, y un palacio cercano cuyos restos son hoy las cuevas del Museo del Greco.
Lamentablemente para Samuel, las dificultades en el reino de Pedro I también le alcanzaron, siendo difamado por sus rivales y acusado de malversación acabó preso en las Atarazanas de Sevilla y procesado, muriendo siendo torturado.
Cuenta alguna crónica que el rey Pedro I sufrió gran pena por la muerte de su antiguo colaborador, “y al rey pesóle mucho dello desque lo supo”.
¿Tres religiones en un edificio?
Una de las características más destacadas de esta antigua sinagoga son las inscripciones hebreas e islámicas que decoran sus paredes. Estas inscripciones incluyen versículos de la Torá y citas del Corán, lo que refleja la coexistencia en un mismo espacio de las culturas judía e islámica en la España medieval.
También en sus muros encontramos los escudos de Castilla, en honor a Pedro I, ya que él autorizó a construir la Sinagoga: “Se alaba a quien paga, Samuel: «Él que nos salvó de nuestros enemigos y desde los tiempos de nuestro exilio, ninguno de los hijos de Israel ha llegado a su altura»). Se ensalza a quien se ofrece y dedica la obra, Pedro I: «la gran águila, de grandes alas», un pasaje de Ezequiel 17.” (Fuente)
El elemento más importante del edificio es la Gran Sala de Oración, decorada con ricas yeserías y rematada con una gran armadura que estuvo policromada, de par y nudillo con tirantes dobles y ochavada, en madera de conífera y que alcanza los casi 17 metros de altura. La decoración combina elementos judíos y andalusíes. Inscripciones en hebreo, cúfico, salmos, citas bíblicas y elogios a personajes a modo de propaganda: Samuel ha-Leví y Pedro I.
En la etapa cristiana, se le fueron añadiendo elementos cristianos, como el retablo o el espacio de la sacristía del que hoy podemos admirar su decoración plenamente renacentista (el arcosolio, las cenefas florales, los medallones de inspiración clásica…). El edificio hubo de adecuar su uso a otra fe y a otra liturgia. A otros tiempos.
La Sinagoga que sobrevivió al pogromo
De hasta 10 sinagogas documentadas en Toledo, durante las revueltas y matanzas de finales del siglo XIV (especialmente en 1391), tan sólo quedaron dos en pie: la mayor (actual Santa María la Blanca) y la de Samuel ha-Leví. Se saquearon barrios enteros y murieron numerosos judíos: artesanos, médicos, poetas, familias enteras… Los que sobrevivieron, tuvieron que convertirse a la fuerza.
No obstante, la Sinagoga del Tránsito destaca por preservar, en contraste con muchos otros lugares judíos como la antigua Sinagoga de Córdoba o la de Santa María la Blanca, tanto las inscripciones hebreas como islámicas en su mayor parte, probablemente por haber sido utilizada como capilla privada de la Orden de Calatrava, no accesible al público. Es posible que esta naturaleza más íntima y doméstica, ligada a los caballeros calatravos, haya contribuido a su supervivencia en un contexto donde los vestigios judíos eran sistemáticamente destruidos.
¿De dónde proviene el nombre “Sinagoga del Tránsito”?
En el siglo XVI se cuelga en las paredes del templo el cuadro ‘El Tránsito de la Virgen’, del pintor Juan Correa de Vivar (hoy en el Museo Nacional del Prado), que le dará el nombre popular de iglesia del Tránsito, conservado hasta hoy.
Con el paso del tiempo y la pérdida de la importancia del lugar, se llega a denominar a la antigua sinagoga como “Ermita del Tránsito“, llegando en el XIX a ser utilizada como barracón militar en la guerra de la Independencia.
El segundo monumento nacional de Toledo
Gracias a las constantes peticiones de la Comisión de Monumentos de Toledo, el 7 de mayo de 1877 la ermita del Tránsito se declaró monumento nacional. Fue el segundo inmueble en recibir esta categoría en la ciudad, tras el castillo de San Servando, dando comienzo así a una larga lista de declaraciones que serían fundamentales para poner en valor el rico patrimonio histórico toledano.
Desde entonces, se iniciaron una serie de intervenciones en la Sinagoga del Tránsito con el fin de preservarla. Se tomó la decisión de restaurar el edificio devolviéndole su aspecto original de sinagoga, lo que implicó la eliminación de los elementos cristianos añadidos, como la sillería del coro y el retablo, que ahora están ubicados en la capilla mudéjar de la Catedral de Toledo.
Durante los años sesenta, se realiza la última restauración importante antes de su conversión en museo. En ella se eliminaron un coro de madera añadido por el marqués y las lápidas de los caballeros calatravos presentes en la Gran Sala de Oración.
Los muertos enterrados bajo la Gran Sala de Oración
En el Museo Sefardí, en Toledo, hay un fascinante capítulo de la historia que pocos conocen. Este lugar, también fue un cementerio cristiano durante varios siglos. Después de que los Reyes Católicos expulsaran a los judíos en 1492, la Orden Militar de Calatrava recibió este edificio y lo convirtió en un lugar de rezo cristiano y descanso eterno para sus miembros más importantes. Así que, mientras admiramos las hermosas decoraciones y la arquitectura única de la sinagoga, también estamos de pie sobre un antiguo cementerio.
Las excavaciones realizadas aquí revelaron algunas sorpresas: desde sepulturas vacías hasta una pequeña cripta subterránea. También encontraron ataúdes que datan del siglo XVIII y XIX. Entre ellos, el que posiblemente fuera el último capellán de la ermita, enterrado con ropajes litúrgicos y las manos entrelazas en posición de rezo, que allí sigue enterrado. Mientras paseamos por la Gran Sala de Oración y admiramos sus detalles, también estamos sobre una parte única y a menudo olvidada de la historia de esta magnífica antigua sinagoga.
Los subterráneos del Museo Sefardí
Como en todo Toledo, bajo el Museo Sefardí también hay espacios subterráneos que han desvelado con los años y las excavaciones arqueológicas diversos secretos: varios aljibes con pozos, anteriores incluso a la propia sinagoga (x. XII-XIII), el trazado del primitivo hejal (sala en la que se guardan los armarios con los rollos de la Ley) al que pertenecen las olambrillas monocromas que se exponen, pinturas murales polícromas, yeserías y restos de cerámicas y azulejerías de muy diversas épocas.
En las excavaciones realizadas bajo el vestíbulo, la gran Sala de Oración y en los patios, han aparecido los restos de parte de un barrio de la antigua judería con unas tradicionales casas toledanas, con la típica entrada en codo a través de un zaguán.
También el hallazgo de un probable miqvé, una pequeña piscina, bajo los jardines del Museo del Greco (baño ritual, para cumplir determinados preceptos bíblicos), pendiente de interpretación. En esos mismos subterráneos del Museo vecino, encontramos bóvedas con respiraderos en forma de estrella, un aljibe conectado a una piscina con escaleras…
Visitantes ilustres del Museo Sefardí
Como importante Museo nacional, han sido numerosos los personajes históricos que han accedido a la gran sala de oración del Sefardí, y que siguen haciéndolo, firmando en muchos casos su extenso libro de visitas.
Podríamos destacar muchísimos, entre ellos presidentes de Estados Unidos como Richard Nixon, Bill Clinton y su esposa; la princesa Diana de Gales y el actual Rey del Reino Unido Carlos de Inglaterra; Alfonso XIII en 1912; Juan Carlos I y la Reina doña Sofía; Felipe VI en la apertura en 2003 de la Sinagoga tras reformas, siendo Príncipe de Asturias; numerosos políticos judíos, como Shimon Peres o el presidente de Israel, Reuven Rivlin en 2017; Bárbara Streisand, el dibujante Hugo Pratt, que dejó un dibujo de Corto Maltés en el libro de visitas (es un auténtico tesoro este libro) o incluso familias enteras judías con antepasados sefardíes que viajan de forma expresa a Toledo para visitar el museo.
Visita el Museo Sefardí en Toledo
Datos básicos del Museo Sefardí, Sinagoga del Tránsito en Toledo:
- Ubicación: Calle Samuel Leví, s/n. Toledo
- Horario 2024:
- Cerrado los lunes, 1 y 6 de enero y 1 de mayo. 24, 25 y 31 de diciembre y un festivo local. (Puede variar)
- De martes a sábado de 9:30 a 20:00 horas.
- Domingos y festivos de 10:00 a 15:00 horas.
- Tarifas:
- General: 3 €
- Reducida: 1,50 €
- Gratis:
- Sábados a partir de las 14:00 horas
- Domingos.
- 18 de abril: Día internacional de los Monumentos y sitios
- 18 de mayo (Día Internacional de los Museos)
- 12 de octubre (Fiesta Nacional de España)
- 6 de diciembre (Día de la Constitución Española)
- Entrada gratuita con acreditación: menores 18 años, mayores 65 años, familias numerosas, carné joven, estudiantes, etc.
- Más información en su Web oficial.
Fuentes:
- Web oficial del 60 aniversario Museo Sefardí.
- Web oficial del Museo Sefardí.
- Toledo Olvidado
- Alvarez, A. M. L., Plaza, S. P., (Toledo), M. S., & Robles, M. L. M. (2011). Guía del Museo Sefardí.
- Molero R., I., Alonso J., G. (2019). Nuevos datos sobre el registro funerario en época contemporánea en la sinagoga del Tránsito (Museo Sefardí de Toledo). Boletín del Museo Arqueológico Nacional, 38, 105–116.
Agradecimientos: Gema Alonso Jiménez.
Por Juan Luis Alonso
Fuente: Leyendas de Toledo | 24 abril, 2024