Por Rafa Cámara [Tarbut Jaén].
18 Abril 2010. 4 Iyar 5770. Amaneció el día gris en el cielo, pero en la tierra no imaginaba yo que la mañana terminara siendo tan luminosa. Liliana Benveniste es cantante y compositora, dedicada desde hace años a la investigación, recreación y difusión de la cultura sefardí. Por otra parte tanto Liliana como Marcelo Benveniste contribuyen a la defensa y promoción de la cultura judeoespañola como responsables del boletín electrónico eSefarad, que tiene difusión internacional con varios miles de suscriptores.
Precisamente el viaje que están realizando por diferentes ciudades Españolas, junto con el recital que celebraron en diciembre de 2009, son las primeras grandes actividades organizadas desde la publicación eSefarad – Noticias del Mundo Sefaradí – www.eSefarad.com
Llegaron en torno a las 9,00 horas procedentes de Granada. Tras los pertinentes saludos y tras reconocernos fácilmente (internet nos previene hasta de las caras de nuestros futuros amigos), comenzamos a subir en la eterna cuesta arriba que es Jaén, en dirección a la Santa Iglesia Catedral. Primero visitamos su interior, que admiró a los visitantes por su sobriedad y elegancia. En la plaza Santa María recordamos a las víctimas que allí fueron condenadas por la Inquisición y, en el friso gótico de la fachada trasera catedralicia, traté de desvelarles el mensaje iconográfico que, según algunos estudiosos, transmitía a la gentes de muy principios del XVI la misión salvadora del Santo Tribunal. Después hablaríamos sobre leyendas despectivas contra los judeoconversos, en la calle Maestra, un espacio donde nacieron las fábulas del Cristo del Amparo y del Señor de la Tarima o de las Injurias.
Durante el recorrido trataba yo de trasladar a Marcelo y Liliana el titánico esfuerzo por recuperar la identidad judía de la ciudad, los muchos logros conseguidos y también lo mucho que queda por conseguir, por aquello de que los logros alcanzados son los de carácter inmaterial, como el de haber avanzado en la investigación y el de sentirnos los giennenses como herederos también de la identidad judía. Hablamos también del inminente proyecto municipal de reapertura de calles del barrio judío o de un futuro Instituto de Secundaria que integrará los restos arqueológicos. Nos trasladaban ellos también su lucha, no menos titánica, desde ese órgano que todos reconocemos por su excepcional trabajo que es el Centro de Investigación y Difusión de la Cultura Sefaradí (CIDICSEF), y en cuya mesa de gobierno están presentes Liliana y Marcelo, junto al amigo Mario Eduardo Cohen, que fue quien medió entre Iuventa-Tarbut Jaén y este matrimonio judeoargentino para el encuentro que narro.
Una simpática anécdota de la mañana sería el encuentro con Pilar Palazón, presidenta de la Asociación Amigos de los Iberos que, como siempre, andaba enfrascada en sus interminables e inestimables labores en pro de la cultura local. En este día su labor era la de montaje de una exposición del escultor Constantino Unguetti. Justo en el momento en que Marcelo, Liliana y yo llegábamos a la puerta del Palacio de Villardompardo, la hija de Unguetti, María Paz, estacionaba su vehículo con una de las esculturas del artista: “Los Aceituneros”. Quien nos iba a decir que, tras expresa petición de colaboración por parte de Pilar Palazón al grupo, sería Marcelo Benveniste quien cargaría con la escultura y la desplazaría hasta el lugar de exhibición. Como dijera Pilar a María Paz, “han venido expresamente desde Buenos Aires para ayudarnos…”. Una simpática situación con la que todos reímos y disfrutamos, tanto por la ocurrente frase como por la singular situación.
Ya en la plaza de la Magdalena conocieron el patio de abluciones de la que fuera Mezquita Aljama de Medina Yayyan (la ciudad islámica de Jaén). Además del Raudal de la Magdalena, fuente de frescas aguas donde habitara el Lagarto de Jaén, un personaje que también conocieron en toda la extensión de su legendaria historia que, según algunos autores, también pudo tener su origen en los mitos de la fachada Este del Mediterráneo, que fueron transportados por los primeros prospectores sirio-fenicios o judíos, aún en época romana.
En el lugar donde, según cuenta la leyenda, habitara la familia del más que célebre cortesano judío Hasday ibn Shaprut, realizamos las fotos de rigor para, sobre nuestros pasos, y no sin antes detenernos brevemente en la fachada del Antiguo Convento de Santo Domingo, antes Tribunal de la Inquisición, alcanzar de nuevo el Palacio de Villardompardo, para acceder a los Baños Árabes.
Donde viviera su niñez Hasday ibn Shaprut, según tradición local. Manu J. Torres Soria, arqueólogo interesado en la temática judía local, se incorporó al grupo en la Plaza de la Magdalena. Explicó el porqué de su interés por esta parte de nuestra historia y dio muestras, como siempre y a mi juicio, de que algún día nos sorprenderá desde sus investigaciones con datos reveladores que consigan aclarar más de una cuestión.
Ya casi accediendo a los Baños se incorporaría Lola Ozáez Vidal, presidenta de Tarbut Shorashim Jaén, que también trasladó su experiencia vital y familiar, por parte materna, como descendientes de judíos de Jaén que nunca renunciaron al mantenimiento de determinadas costumbres de talante criptojudío.
El grupo, aunque compacto y siguiendo un mismo ritmo, se disgregaba en las conversaciones. Había mucho que hablar y poco tiempo. Tras el recorrido por el milenario hamman, quedó patente que aquel era un espacio de coexistencia, utilizado por cristianos y judíos en diferentes días y en la segunda mitad del siglo XIII.
Nos marchamos en dirección a la sinagoga, actual iglesia de San Andrés, donde traté de mostrar los indicios que apuntan a su origen hebraico a pesar de la inexistencia de un documento que lo pruebe al cien por cien. Marcelo fue claro con aquello de “si tiene cuatro patas y maúlla, es gato”. Y a ese gato conseguimos ponerle orejas, rabo y hasta ojos, si me apuran. Disfrutaron mucho de la visita al interior de la iglesia de San Andrés, donde también conocieron la “Santa Capilla”, el patio de acceso previo al templo desde el interior del barrio judío y la sala de la junta de gobierno de la cofradía, institución que hoy tiene la propiedad de todos aquellos espacios.
Por el callejón del Gato, que suplió en el XIX al del Baño, alcanzamos la calle del Rostro, donde conocieron la fachada de la Casa de las Artes “Sabetay Djaen”, en honor de ese gran Rabino Sefaradí que portó con honor y como apellido el nombre de la ciudad de origen de sus ancestros. Precisamente el nieto de este Gran Rabino, Ricardo D´Jaen, resultó ser amigo común del matrimonio Benveniste y de un servidor, según descubrimos justo la tarde anterior por un e-mail de Ricardo en el que advertía, a ambas partes, del interés que podría tener el encuentro. Un mensaje tardío ya que la visita y el encuentro estaban programados desde semanas antes. Las cosas del Destino.
Pasamos junto al espacio donde se ubicó una sinagoga que, tras los terribles sucesos de 1391, se convirtió en Iglesia de Santa Cruz y, de allí, llegamos hasta la Plaza de los Huérfanos, donde se eleva el Monumento-Menorá en honor a los judíos expulsados de nuestra tierra hace más de quinientos años.
Al pié del monumento y tras la lectura de la placa donde reza en castellano y judeoespañol que “las trasas de ken andaron endjuntos nunka podran ser abaldadas”, el silencio se hizo presente durante unos minutos. Un silencio respetuoso ante el gesto de una ciudad que supo reconocer su pasado y unos visitantes que agradecieron el monumento que se había alzado en memoria de sus gentes y aún de ellos mismos, como herederos que son de la Diáspora o Galut Sefaradí.
Después quisieron cruzar el puente que voltea los restos arqueológicos de la Puerta de Baeza, un antiguo acceso a la primitiva ciudad amurallada que servía para ingresar directamente a la judería. Por tanto recorrer el puente es como seguir los pasos de los judíos medievales cuando entraban o salían de la ciudad. Y es un detalle significativo el que los Benveniste quisieran cruzar el puente, pues generalmente solo los sefaradíes celosos y defensores de su identidad dan verdadero valor a recorrer ese espacio. Y así, cristianos y judíos, cruzamos ese puente en el que el arquitecto Jon Caño quiso simbolizar no solo el recorrido medieval de los judíos sino, también, la idea de un espacio de encuentro, de un puente de unión entre culturas diferentes.
Continuamos en dirección a la Taberna-Pilar del Arrabalejo, donde José Pozo y Ana Martínez, sus propietarios, organizan todos los años unas Jornadas Gastronómicas Sefardíes coincidiendo con la Jornada Europea de la Cultura Judía, el primer domingo de septiembre.
Ana Martínez y Marcelo, junto a Liliana, cantando en judeoespañol. Tras las presentaciones de rigor, Liliana encandiló a los presentes con un canto judeoespañol, en el momento final del encuentro y posiblemente donde todas las fuerzas de la emoción explotaban.
Dos judíos descendientes de los españoles expulsados en la Edad Media y defensores de la identidad sefardí se encontraron con españoles actuales en espacios que tienen una historia común. Ellos judíos, nosotros cristianos, sentimos que la historia de aquellas calles y espacios era de ambos grupos. Sentimos que la Cultura, con mayúsculas, no es don de un pueblo o colectivo determinado, sino que es un bien que puede y debe ser compartido, un bien de quien lo cultiva y defiende.
Marcelo y Liliana Benveniste son dos descendientes de los judíos españoles que, tras siglos de vagar por el mundo, cuando regresan a España sienten que retornan a su tierra, al solar y la historia de su gente, de su familia.
Y tanto Manu Torres, Lola Ozáez, como yo, pudimos sentir, como hijos de españoles que siempre residieron por estos contornos, que Marcelo y Liliana Benveniste no realizaban una visita turística a Jaén. En absoluto.
Marcelo y Liliana volvían a espacios que históricamente eran tan suyos como nuestros, a una tierra de la que son portadores de su herencia, como nosotros. Regresaban a un lugar de encuentro entre dos mundos que, con sus insalvables diferencias, contamos con un excepcional bagaje cultural que es capaz de hacer que nos reconozcamos los unos y los otros de forma incomprensiblemente fácil y sencilla.
Y es que seguramente la Humanidad, en su mayoría, no es tan compleja ni tan enrevesada como se nos ha querido hacer creer. Y quizá, la propia historia que ahora nos toca escribir a nosotros, que es la del reencuentro, nos descubra algún día, también a la mayoría, que existen analogías que superan a las diferencias y que el ser humano, a poco que le tiren de la lengua, no tiene mayor preocupación que la de vivir a gusto y en paz con los suyos y con los que les rodean. Y en esta mañana de domingo, unos y otros, estuvimos rodeados de gente distinta, pero en absoluto distante.
Queridos Marcelo y Liliana Benveniste, sabed que siempre seréis bienvenidos y que os deseamos “kaminos de leche i miel” en esta singular aventura por Sefarad.
Rafael Cámara Expósito
Presidente de IUVENTA – Tarbut Jaén
www.iuventa.org
www.tarbutjaen.com
PARA SABER MÁS DEL TOUR:
www.benveniste.com.ar/benvetour
Recorrer los Pueblos y calles de la antigua Sefarad, es reencontrarse con un pasado muy presente, apenas oculto por el transcurrir de los siglos, de lo que fue la milenaria presencia judia en nuestro pais, tal como a buen seguro Liliana y Marcela han podido constatar en primera persona …
«Espania es despues de Israel, el pais con mas sangre judia», afirmo en su dia el Nobel Camilo Jose Cela, algo que a la luz de la historia, parece confirmarse …
No quisiera concluir sin felicitar a los aludidos Liliana y Marcelo, por la interesante entrevista que ambos protagonizaron en el espacio DE ACTUALIDAD emitido esta semana por Radio Sefarad …
Disculpad la ausencia de tildes, al carecer de ellas el teclado que estoy utilizando …
Shalom para todos …