Consejjas y consejjitas del tiempo de Zemán
La boluntad no me falta pa´siguer contandobos consejjas en ´haquetía, máaa…no sepoy que´s lo que bos gusta y qué es interesante pa´todos. Hoy no me salen gher cozzas del tiempo de zemán, de cuando era al´hazba en Larache.
Si supierais lo ´haitora que yo fui en esos tiempos. No hhabía wuayya nueba que no quijjera gostar, con dezirvos que hhatta´prendi a montar en caballo. Mi prima Estrella (la maestra del Yehudá Halevy” deLarache), mi´rmana Elisa y ésta jardualía que soy yooo, tubimos muncha suerte.
El Club Militar que llambamos “La Hípica” era sólo pa´los militares y sus familias. Mozotros los judíos, no teníamos derecho. La suerte fue que mi tío Elías (Z´L), (Mr. Fereres), enseñaba inglés y creoy que tamien franses en el Liceo Patronato Militar. Grasias a esooo…le hhizieron sosio.
Wua que bos dire… Nossé como fue que empesimos a entrar al Club con mi tío, porqu´él, jjuwuaba al tenis y al pinpón de lo mejjor. Wua mozotras mos neskheímos en el Capitán, Don Pedro Gómez-Torga (venía de familia… noooble) manque todos le llamabamós… gher Perico. Le roguimos ´hauritel-la que mos enseñara a montar a caballo.
Él era un jinete endiamantado y un profesor d´equitasión de primera y como le caímos bien… wua´ntonses s´ocupó de las tres. Ansina´mpesimos a montar y a salir a correr a los “Biberos” que´staba cabe´l Club. Galopando y galopando entre los pinos, unas bezes indo pasito a pasito y cuando aprendimos a sebtarmos bien y a dirigir al caballo, ´had mos ambezó a cojjer, wuena postura sobre la sía del caballo pa´mpesar a galopar.
Eso no´s todo, dishimos qu´aprender a saltar ostaculós. Lo wueno de Perico dishó que wueno. Un día me las di de baliente y le dishí que quería saltar un poquito más alto. Wua´ntonses él me emprestó su caballo, que era un ´hafritz saltando. Alaquimé galopa que galopa y tenía que mandal-le saltar. Ma yo no´staba bien preparada y lo hhizzíii… un poquito más tarde del que tocaba. ¿Que contaré? El quitado del caballo me sha´hateo y me caí sentada sobre la pista de tierra. Wueno que el estribo s ´abría sólo y me soltí, porque el amargo del caballo se´spantó y se puzó a correr endiscués de tirarme. Eso no´s todo, Perico dishó que subir oootra bes y bolber a intental-lo. Wua m´aserquí al caballo y lebantí la pata pa´suber a la sía … ¡Wuo wuo por el dolor que me dio en el hhondón cuando me sentí sobr´ella! Grito ferido salió de mi garjjote. Amaaargo Perico, lo que se´spantó d´ello. Ma se me pasó pronto y me quedí montando como si tal.
Bos diré algo curiozzo. Pasaron muuunchos años y Laracheee, no quedó “Sona´spañola”, entonses se bolbió independiente como la “Sona fransezza”. Ninguno de mozotros bibía en Maruecos porque cada uno´migróoo… ande le conbenía. Resulta que yo biajaba a Barselona cada año, ande bibía mi´rmana Elisaaa… En uno de muestros tours por Sefarad ése año fuimos al Andalus y endiscués de bizitar Granada, Córdoba, y otras siudades mos fuimos a Sevía. Ya sabíamos que Perico bibía ahíii y na´más llegaaar… le llamimos a su cazza. Mos contestó él mizmo. De l´alegría que le dio mos disho que bendría bolando a la´stasión, porque tenía ganas de mirarmos. Ansina lo hhizó y al ratito paresió. Mos dio una cozza a los tres cuando llegóoo… que no sabíamos qué dizer.
El gua´hsh que teníamos mos yenó loz ojjos de lagrimás… por el recuerdo de esos años de amistad y conbibensia entre todos los la´haraishis, ya feran moros, jjudios au quistianos. Todos iwuales y queridos… Ansina es como debe ser, todos semos iwuales y tenemos que respetarmos como manda Ha Shem. Nadie es mejjor qu´el otro y nadie tiene derecho a creerse superior. Ahí´stá la berdad pa´bibir en pas en este ´Olam jardueado. Wueno ya s´acabó el cuento. Dezime si no bos khanteo, manque sé que algunos la´haraishis conesieron a Perico, La Hípica y los “Biberos” (Viveros)…¿Yak? Bos gustará acordarbos. Cariños y bezzos en alcofas, pa´qu´alcanse a todos. Hatta pronto con el fabor del Dio.
Sara Fereres de Moryoussef
Zahrita la Queshadora. Caracas 5 Diciembre. 2007.
Fuente: Raque Fhima
SARA FERERES DE MORYOUSSEF escribió el delicioso libro «Larache, crónica nostálgica». También es una autora de relatos y cuentos desde los que da una visión muy curiosa de Larache, su forma de describirla, de rememorarla, de recordarla…
Especialmente porque utiliza el jaquetía o haketía como lengua vehicular, y eso le da un valor especial a estos relatos, pues a su memoria privilegiada, que le hace reproducir hechos y escenas de hace tantos años, une el recuperar ese habla tan característica de los hebreos de Larache y de Tánger.
En fin, son una especia de relicario que hemos de preservar como otro de los patrimonios culturales de Larache.