La historia es uno de los instrumentos más importantes para comprender el presente, para interrogar al pasado intentando entenderlo. En este caso, al adentrarnos en la historia de los judíos del Caribe, nos hemos encontrado, como casi siempre sucede, con mucho más que aquello que buscábamos. Está relacionado con épocas más reciente, y hemos terminado al parecer anclados en una historia que tuvo lugar en Colombia, más específicamente en Barranquilla.
En realidad lo mucho que nos ha importado trasmitir con los testimonios hechos por algunos investigadores es mostrar la trayectoria de algunas familias sefardíes provenientes de Curazao. Las tareas en las que se desempeñaban, como se vincularon con otros judíos de origen ashkenazi además de hallar las similitudes y diferencias entre la historia de los judíos de Colombia, aún con sus restricciones y los judíos de la Argentina.
Es evidente que para mediados del siglo existía allí una comunidad judía observante, próspera e importante, visible y totalmente aceptada.
En la Argentina, la inmigración judía recién fue aceptada en 1880, con la decisión del gobierno del entonces presidente de la República Gral. Roca, de invitar a residir en este país a los judíos que en el Imperio Zarista, habían padecido la crueldad de los terribles pogroms que allí habían tenido lugar. En este caso Mordechai Arbell afirma que los judíos sefardíes, los cripto judíos y también los conversos llegaron al Caribe desde los puertos de Amsterdam y de Livorno.
Las migraciones de estos avanzados del judaísmo europeo, buscaban lugares donde poder establecerse con buenas perspectivas económicas y encontrar un refugio posible para observar libremente su religión llevando una pacífica existencia, libres de persecuciones. Las islas que pertenecían a Holanda, que había librado una guerra de que duró ochenta años para librarse de la dominación española así como las dominadas por los ingleses tenían como atracción principal la carencia de un tribunal inquisitorial y la oportunidad de emprender una vida con nuevas oportunidades.
Sin embargo también se establecieron como conversos en las costas de Venezuela, en las de Colombia así como lo que hoy es la Guyana Francesa. Según relata el historiador Mordechai Arbell, uno de los testimonios que existen es el aportado por Daniel Levi de Barrios, que escribió: El 20 de Julio de 1660, que fue el ayuno de 9 de Av, Miguel y su esposa se embarcaron en Liorna en la nave — Monte del Cisne —con 152 correligionarios. Pensaban probar fortunas en el Nuevo Mundo. Apenas llegaron de Tobago, colonia holandesa en aquel entonces. Se le murió la esposa. En esta isla recibió sepultura.
El sociólogo colombiano Azriel Bibliowicz, en el texto Breve historia de los Sefarditas en la costa caribe colombiana difundido por el Centro Virtual Cervantes sostiene que si bien hay registros de procesos y aun ajusticiamiento de judíos por parte del tribunal inquisitorial en el Nuevo Reino de Granada (que además de la actual Colombia también incluía en sus dominios a la actual Panamá) es imposible determinar con algún grado de certeza cuántos residieron allí por ausencia de documentación. Ya sea porque se haya perdido o porque su pésimo estado de conservación impide establecer con cierta exactitud el número total de reos, ajusticiados y perdonados que pudieran haber caído en las garras de la Inquisición.
Colombia les otorgó el derecho a los “miembros de la nación hebrea” a residir en sus dominios, lo que garantizaba también la libertad religiosa con los mismos derechos políticos que los demás ciudadanos, en recompensa por la ayuda económica brindada a Simón Bolívar por los judíos de Curazao y de las Antillas pues para la campaña militar que emprendió recibió la ayuda en especial de los banqueros Abraham de Meza y Mordechai Ricardo.
Los derechos conferidos tuvieron sus restricciones porque solo se les permitió residir en la costa del mar Caribe. Muchas familias sefaradíes abandonaron Curazao porque entre los problemas económicos y sanitarios existentes allí, las condiciones de vida se hicieron muy difíciles, por lo que se dirigieron hacia las costas de Venezuela y de Colombia. Hacia Coro y Venezuela.
Barranquilla para 1835, al convertirse en el puerto de refugio de diversos grupos migratorios creció en tamaño e importancia económica. Para la misma época ya había otras comunidades aunque pequeñas en diferentes regiones de la costa colombiana. La importancia de Barranquilla como puerto solo era superada por el de Cartagena. Bibliowicz, cita otros historiadores entre ellos a Adelaida Sourdis Nájera, que en su libro El Registro Oculto: los sefardíes del Caribe en la formación de la nación colombiana 1813-1886, contó como los judíos sefardíes llevaban a cabo la observancia de sus ritos reuniéndose en la casa de Abraham Isaac Senior, donde Moisés De Sola rabino de la comunidad, cuidaba del miniam, dirigía el rezo y el estudio de la Torá. La historiadora cita el testimonio de Rodolfo Cortissoz, que contó como la comunidad se reunía todos los sábados y celebraban las fechas de Rosh Hashaná y Iom Kipur.
La Alliance Israélite Universelle también llegó para estas comunidades sefardíes de América del Sur, cuando se creó un comité local en 1867. Barranquilla para la década de 1870 le había ganado en importancia al antiguo puerto de Cartagena. Bibliowicz cita también la obra de Louise Fawcett y Eduardo Posada Carbó: Árabes y judíos en el desarrollo del Caribe colombiano, 1850-1950.
Para estos autores la llegada de inmigrantes judíos de origen sefardita, sirio-libaneses, alemanes, transformaron a Barranquilla convirtiéndola en la ciudad más cosmopolita y moderna del país. Entre el grupo de familias sefardíes se destacan los apellidos: Senior, Salas, Alvarez-Correa, Cortissoz, De Sola, López-Penha, Sourdis, Juliao, Salzedo y Heilbron, por mencionar algunos. Para ambos autores el veloz crecimiento y desarrollo de Barranquilla se debió a las relaciones que se establecieron entre los diferentes grupos de inmigrantes porque no existían las divisiones sociales, anticuadas y rígidas que regían las sociedades de Bogotá y Medellín.
Barranquilla disfrutó de su generosidad al acoger a estos recién llegados, que poseían distintos orígenes esto posibilitó su rápido enriquecimiento y modernización. Para ambos autores la medida de la capacidad de integración de la región está demostrada en la posibilidad de que un judío como David Pereira se convirtiera en Gobernador de la provincia de Barranquilla en 1854 en una época tan temprana del siglo XIX.
Se registra el dato que “en 1871, siete de las veintidós contribuciones más elevadas de impuestos fueron pagadas por firmas originarias de Curazao”. Es evidente que estos inmigrantes tenían unos contactos comerciales y un conocimiento económico que no había en la región. ”También para 1871, se estableció la Alliance Israélite Universelle. El aporte de esta potente ola inmigratoria se expresó en uno de sus logros más importes como fue la construcción de su acueducto, en 1880, llevado a cabo por Jacobo Cortissoz y Ramón B. Jimeno, asociados con miembros de la comunidad sefardí”.
Según Adelaida Sourdis Nájera, el grupo judío controlaba 255 de los 406 votos. Jacobo Cortissoz fue nombrado presidente del acueducto. Así mismo un buen número de inmigrantes judíos fundó el Club Social de Barranquilla. El primer banco de la ciudad, el Banco de Barranquilla fue establecido por don Jacobo Cortissoz y 17 accionistas judíos, que controlaban el 31% de las acciones. También cabe resaltar que en 1919, Ernesto Cortissoz tuvo un papel determinante en el establecimiento de la primera compañía comercial de transporte aéreo que funcionó en el Nuevo Mundo, SCADTA. Por cierto, para honrar su memoria el aeropuerto internacional de la ciudad de Barranquilla fue bautizado con su nombre…”
No solo de negocios se ocuparon los judíos sefardíes, uno de ellos, nacido en Curazao en 1865, Abraham Zacarías López-Penha, llegado muy joven a Barranquilla, según el escritor Bibliowicz, vino a renovar el ámbito literario del país, marcando una nueva orientación que no merece continuar sepultado en el olvido…” En el estudio titulado Historia de la poesía colombiana, se le reconoce el mérito de ser el primer escritor que estableció contacto con los modernistas franceses. En su publicación Flores y perlas, un quincenario, tradujo por primera vez a Mallarmé, Baudelaire y Rimbaud. Mantenía correspondencia con Rubén Darío y con Max Nordau, entre otros. . .”
Tenía un hermano David López-Penha, que poseía un café con el nombre de La Estrella (tenía grabada en la puerta la Estrella de David). Esta familia inauguró el primer cine de la ciudad y crearon una cadena de librerías muy importantes. Para Bibliowicz estos judíos inmigrantes fueron recibidos con entusiasmo y cordialidad, juzga sin embargo que esto no impidió que llegada la hora angustiosa para los judíos europeos de encontrar un refugio, el gobierno colombiano tuviera una actitud hostil para todos aquellos que necesitaban huir de las persecuciones y la masacre.
Por su parte la historiadora Adelaida Sourdis Najera nos cuenta un relato más pormenorizado sobre como desarrollaron sus negocios gran parte de los judíos provenientes de Curazao y otros de origen azkenazi, y como unieron negocios y familias.”. . .
En Barranquilla sefardíes y ashkenazim se unieron en relaciones de matrimonio y de negocios, lo que no sucedía en otras latitudes. Desde el principio se encuentran alianzas: Federico Mendelbaum, de origen alemán, contrajo matrimonio con Rebeca Celina Sourdis, hija de Jacob Sourdis, acaudalado sefardí de Burdeos, con quien entró en sociedad comercial; Abraham Wolff, alemán, estaba casado con Esther Senior, de antigua estirpe sefardí; Henry Helm, también ashkenazi, contrajo matrimonio con Serafina Alvarez Correa, hija de Jacob Alvarez Correa, líder prominente de la comunidad sefardí de Barranquilla; Andrés Heilbron, ashkenazi de Amsterdam, se casó con una hija de José Abisdid, sefardí de Gibraltar.
En los negocios también se encuentran ejemplos significativos de interrelación entre sefardíes y ashkenazis: Julio Hoenigsberg, de los más importantes comerciantes de mediados y finales del XIX, de origen austríaco o alemán inició sus negocios en asociación con Haim S. de Sola perteneciente a una antigua familia sefardí radicada en Curazao.
Alejandro Danouille, de origen francés (no se ha podido establecer si era judío), constituyó una compañía comercial, Danouille y Wessels, con el askenazi Martín Wessels, natural de Bremen, quien llegaría a ser uno de los empresarios más importantes en la década de 1870. Agustín Senior, director de la Comunidad Israelita, representaba a los hermanos Hoyer, hebreos alemanes radicados en Honda, y a su vez A. y J. Senior otorgaron poder general al alemán Abraham Wolff para que los representara; E. A. Isaacs, sefardí procedente de Londres, se asoció con Augusto Struns, alemán, en una compañía que giró bajo el nombre de E. Isaacs y Compañía. Jacob Cortissoz, sefardí de Curazao, participó en una sociedad de comercio, J. Helm & Cía., en la cual él era socio industrial o gestor y Helm, ashkenazi”.
Sourdis Nájera afirma que el alemán Juan Bernardo Elbers, nacido en Mülheim, a orillas del Rin, el 29 de diciembre de 1776 era un judío que fue el pionero de la navegación fluvial en Colombia, sin embargo al parecer sus descendientes dicen que no lo fue. Allí conoció a Mordechai Ricardo quien le presentó a Simón Bolívar. En 1823, Bolívar le concedió la navegación en vapores por el río Magdalena. Los barcos se los compró a judíos de Nueva York.
Las primeras asociaciones de comercio encontradas en los registros de Barranquilla son “Méndez Salas y Compañía”, constituida, al parecer, en Riohacha alrededor de 1840-41, aunque no se descarta la posibilidad que su fundación hubiera tenido lugar en Curazao, de donde eran oriundos sus socios, y “Pardo y Dovale” cuyo contrato privado se elevó a escritura pública el 4 de enero de 1854. La primera fue establecida bajo el ordenamiento de Bilbao y la segunda bajo el código de 1853. Ambas asociaciones se organizaron entre correligionarios. Méndez Salas y Cía. se constituyó entre los sefardíes Jacob e Isaac Rois Méndez y Moisés Salas, pertenecientes a distinguidas familias de Curazao, radicados en Riohacha y emparentados entre sí. Jacob estaba casado con Esther Salas, hermana de Moisés y éste lo estaba con Abigail Rois Méndez, hermana de Jacob e Isaac. El epitafio de Isaac en el Cementerio de Curazao evidencia los tiernos lazos que unían a los socios, ]…]
BAJO ESTA LOZA ENCIERRA EL RESTO HELADO DE UN SOCIO QUERIDO Y HERMANO DESGRACIADO A QUIEN LA MUERTE CON TEMPRANA HERIDA NOS PRIVÓ PARA SIEMPRE DE SU VIDA. DEDICÁNDOLE ESTE PEQUEÑO TRIBUTO A SU MEMORIA
MOISÉS SALAS Y MOISÉS R. MENDES.14
Jacob Sourdis, sefardi de Burdeos, llegó a Barranquilla alrededor de 1860 procedente de la isla de Saint Thomas adonde habían emigrado sus padres. Fundó una casa de comercio que prosperó, importaba textiles de Francia e Inglaterra y exportaba tabaco, que compraba en El Carmen de Bolívar, y otros “frutos” del país.
En 1865 organizó una compañía colectiva con su yerno Federico Mendelbaum que giraba bajo el nombre de Jacobo Sourdis y Compañía, en la cual aquel era socio industrial y Sourdis ponía el capital. Esta empresa tuvo vida muy corta pues al fallecer Jacob ese mismo año la compañía cesó de derecho. Su viuda, sus herederas y Mendelbaum constituyeron en 1866 la Sourdis & Compañía para seguir ocupándose de “todos los ramos de comercio legal”.
21. A.H.A. Notaría 1ª de Barranquilla, escritura 26, del 22 de febrero de 1866.
C. H. Simmonds y Compañía y Sundheim y Compañía, fue la primera compañía fue fundada por Charles Haim Simmonds, alemán, residente en Santa Marta. Debió llegar a ese puerto en la década de 1840 pues en 1848 era miembro de la logia masónica “Amistad Unida” de esa ciudad. La información encontrada sobre esta empresa y su propietario es muy fragmentaria. Entre sus actividades estaba la comercialización y exportación del tabaco, pues Simmonds figura en una lista de extranjeros dedicados a la comercialización del tabaco del Carmen entre los años de 1859 y 1901.
En 1864 la compañía entró en liquidación, en esa fecha Adolfo P. Simmonds seguramente su pariente, era su agente en Barranquilla. En1865, Charles Haim también era socio de Simmonds, Edwards y Compañía. No se sabe la fecha exacta en que se avecindó en Cali, pero se le encuentra allí en 1885 ejerciendo el comercio. Un juicio en el cual se constituye como apoderado para que pida el desembargo de unos bultos de mercancías de su propiedad incautados en Buenaventura, indica que importaba bienes de consumo por ese puerto. A. P. Simmonds llegó a ser uno de los principales exportadores de tabaco en la década de 1860.
Fuente: MilimCultural.com.ar
Para mayor conocimiento de los sefarditas en Colombia, durante el período colonial leer el libro de Ma. Cristina Navarrete: La diáspora judeoconversa en Colombia siglos XVI y XVII.
Siempre me ha interesado bastante el judaísmo, pero nunca he tenido la oportunidad de encontrar una sinagoga, me gustaría saber a donde me puedo dirigir; resido en la ciudad de Pereira.
Gracias por su valiosa colaboración.
Donde están localizados en California los he estado escuchando por el teléfono son increíbles consejos los q jamás había escuchado a un de personas q conozco por años gracias son maravillosos.
Acabo de escribirles, en mi consulta olvidé que el primero que llego es Juan José Cohén Duncan. tataraabuelo de mi bisabuela Lucia Norberta Cohén Hernandez. (1873.) Gracias.
Hola Cecilia, Cómo te fue con la búsqueda de información? Pues yo tengo nombres de antepasados muy parecidos a los tuyos… Yo tengo que los primeros que llegaron fureron Juan Bautista Cohen Duncan y su hijo Henrique Cohen Macfarlane (a.k.a. Henry Cohen). Me gustaría contactar contigo. Saludos.
En Barranquilla hay una Sinagoga, y un cementerio donde hay 2 Tumbas de familiares nuestros ROIZ. En Curazao también hay en Cementerio personas de apellido Roiz, raíz Judía.
En este escrito se menciona la familia Salas, mi bisabuelo era hijo de judio sefardi proveniente de Curazao, su nombre era Carlos Salas Bermudez y su padre Isaac Salas, no he podio encontrar mucho sobre ellos, hay escasa información, me podrán orientar para conseguir mas datos? les agradezco.
A Colombia llegaron Carl Hauer Simmonds (Santa Marta), Adolfo Felipe Simmonds (Barranquilla), Julio Hoeigsberg (yerno de Adolfo Felipe), y Edwin Isaacs (esposo de una sobrina de Carl), todos askenazis. Todos representaron a la Simmonds, Edwards &Co. de St. Thomas, Antillas Danesas. C.H. Simmonds alcanzó mucho éxito en Santa Marta, Ciénaga, Mompox, y Cali (véase Notas de Viaje de Camacho Roldan). Su hijo menor Carlos Mario fue Gobernador del Cauca y Congresista. Julio construyo el ferrocarril de Sabanilla y otras obras antes de regresar a su tierra natal. Adolfo Felipe participo en la construcción del Cementerio Universal, el Hospital de Barranquilla, y fue fundador de la Lotería de Bolívar (he escuchado). Edwin Isaacs no duro mucho tiempo en Barranquilla y también regreso a su tierra natal.
Desde Curazao, a Barranquilla, más concretamente a Soledad, llegó un Judío Holandés de apellido Prinz o Prins, mi bisabuelo materno. No tengo información de su nombre, pero sé que tuvo tres hijos, dos varones y una hembra. Esta última, mi madre, ya fallecida.
Sería posible conocer un censo de finales del 19, comienzo a del 20 de los judíos llegados a estas tierras ?
Gracias por su ayuda.
Hola lamentablemente no vi comonidad en santa marta ni esta publicitado suficiyente la comonidad hay publication de shirat ayam muy flojo .