Colonia del Santísimo Sacramento en la margen norte del Río de la Plata.
Republica Oriental del Uruguay.
Patrimonio Histórico de la Humanidad UNESCO Diciembre 1995
La presencia de judíos sefaraditas portugueses, holandeses, flamencos y hasta franceses era abrumadora.
Demasiado notoria para continuar oculta por más tiempo (de la parte II).
Entrevistas, reportajes, paseos guiados, charlas de café, llamadas, intercambio de correos electrónicos con investigadores e historiadores entre los que destaco a Eduardo Bueno y Fabricio Prado de Brasil, Natalio Botana, Omar Antonio Dalmasso y Marcos Aguines de Argentina, Fernando Assunçâo, Juan Antonio Varese, Adolfo Kunsch, Rolf Nussbaun y Diego Blixen de Uruguay, destacando a mis gandes amigos, colaboradores incansables Omar González Frau, Jorge Fernández, Rubén Collado, los tres argentinos, amantes de Colonia del Sacramento sin olvidarme de muchos otros imposibles de nombrar que directa o indirectamente me orientaron en la búsqueda.
Una vez ubicada esa clave, comprendí cabalmente que no era solamente una la que faltaba; eran varias. Tantas como los puntos de vista desde donde se la observe a Colonia del Sacramento.
Y no me desanimó.
Todo lo contrario; me dio mucha más fuerza y alegría.
Quizás (algo más que seguro), muchas personas seguirán buscando e investigando pistas en ese universo de bibliotecas, archivos y colecciones privadas.
¿Por qué en 1680 decidieron fundar la ciudad?
En 1668 Portugal abandona la tutela española luego de casi 70 años bajo dominio de Felipe II, III y IV.
Basado en los miles de documentos del comercio hacia y desde el Río de la Plata , hoy imposible de ocultar o ignorar, de fines del siglo XVI, todo el S. XVII y S. XVIII es donde encontré las pistas.
El mejor ejemplo se demuestra cuando al cumplir sus primeros 70 años (1680 – 1750), se la pretende canjear, precisamente en 1750, por todo el territorio de los siete pueblos de las Misiones Jesuíticas Orientales.
A esa fecha, una Bula Papal, una Instrucción Real, dos Tratados de Paz, un Armisticio, un Pacto de Garantía Real y varios acuerdos comerciales internacionales involucran directamente a la que se pretende presentar como una villa intrusa portuguesa en territorios españoles y “cueva” o “nido” de contrabandistas lusos, ingleses y holandeses.
Son varias las ciudades que le deben a Colonia del Sacramento los motivos de sus respectivas fundaciones: Laguna, Viamâo, Río Grande de San Pedro do Sul en Brasil, Montevideo, Rosario, Real de San Carlos, San Carlos de Maldonado y Salto en Uruguay más la fortaleza de Santa Teresa y fortín de San Miguel en el este del país y lo que no podemos olvidar, el desarrollo en todos los órdenes, económico, político y militar de Buenos Aires, que son consecuencia indiscutible del empuje e influencia de la disputada ciudadela.
Todo esto en sus primeros 70 años de vida. En los años sucesivos a 1750 hasta 1851 aproximadamente, el devenir histórico de nuestra ciudad es un continuo ir y venir entre posesiones u ocupaciones portuguesas, españolas, inglesas, argentinas, brasileñas y hasta la famosa de José Garibaldi.
Una pista importante la encontré leyendo y analizando a Mario Javier Saban, en “Los Marranos y la economía del Río de la Plata” del año 1993.
Los sefaraditas portugueses abandonan Buenos Aires ante la presencia de la Inquisición en la ciudad casualmente en 1679.
Portugal desarrollando toda la astucia e inteligencia diplomática, aferrándose incondicionalmente a Inglaterra y permitiendo que los holandeses con su Compañía de Indias Occidentales, creada, financiada y dirigida por sefaraditas portugueses, comercien tan a su gusto como si las colonias fueran propias.
España, tozudamente buscando riquezas metálicas (oro y plata) americanas, intentando imponer un monopolio comercial que redundara en tributos para la Corona, prohibiendo a las comarcas intercambiar productos e inútilmente procurando evitar el contrabando, con el agravante de que en todo momento debía defender militar y acordar diplomáticamente la defensa de su Imperio amenazado.
En las narices hispanas y donde más le dolía, en el Río de la Plata, entrada y salida al Océano Atlántico, Portugal sedujo a los gobernantes, comerciantes, militares y religiosos de Buenos Aires y sus socios de provincias cercanas con riquezas inmensas, imposibles de lograr si se ajustaban a las leyes españolas.
El comercio establecido en Colonia del Sacramento, el que se pretende presentar como de contrabando menor, durante 80 o 90 años fue financiado no solo desde Lisboa o Porto, también se asociaron grandes capitales en Ámsterdam, Londres y París, los que a su vez estaban relacionados con grandes Compañías en la costa africana, Goa en la India, Calcuta y hasta Nagasaki en Japón.
Una de las claves fundamentales para la comprensión de la historia de Colonia del Sacramento me la entregó el Prof. Raúl Rossello en 1999
Siempre nos han referido a la Colonia del Sacramento como una ciudad “portuguesa”. Y es cierto. Pero hay un valor agregado muy importante e imposible de desestimar.
¿Quienes eran estos portugueses?
Judíos de España, Portugal y Holanda con vínculos en Francia, Inglaterra, Italia, Turquía y norte de África que manteniendo sus lazos familiares y económicos desarrollan sus negocios en la zona.
En la continua investigación histórica hemos descubierto que decenas de estos, y es desde el inicio mismo de la nueva colonia, su origen, su cultura, sus intereses económicos, están relacionados directa y muy fuertemente con la comunidad judía portuguesa – holandesa expulsada de España en 1492 y de Portugal pocos años después (1497) con bases en Ámsterdam, pero igualmente con Amberes, Flandes, Avignon, Londres, Venecia, la costa mediterránea marroquí y muchos otros puntos africanos o asiáticos dedicados al comercio.
Fuente:
ALBERTO TITO PINTOS
HISTORIADOR-INVESTIGADOR
GUIA DE TURÌSMO
COLONIA DEL SACRAMENTO – R. O. del URUGUAY
titopintoscolonia@gmail. com