¿Recuerdan esta pregunta? La escuchábamos a diario y todos la repetían . La respuesta, para los más jóvenes era:- De compras a La FeriaFranca” (voz aflautada y estridente del locutor)
Era una tienda muy grande en la esquina más conocida de Concordia. Un ícono en los años ´40 a 60.
La historia comenzó a principios del siglo XX (aprox.1918), cuando el turco sefaradí Moisés Matarasso, sentado sobre las vías del tren porteño en Buenos Aires, meditaba sobre su vida sin futuro y esperaba que el tren le diera un desenlace a sus angustias.
Con 18 años, ya estaba casado con María Sardas (16) y tenían a Leon, el mayor de sus hijos. Andaba sin trabajo y lo único que conseguía eran posters de publicidad para pegar en los soportes ruteros. Cansado de esperar el tren, decidió regresar, pensando que otro día vendría de nuevo .
Se encontró con su amigo Samuel, que planeaba radicarse en una nueva ciudad de Entre Rios, Concordia sobre el río Uruguay (fundada en 1834 apróx), había esperanzas y la idea lo entusiasmó.
Era hombre que gustaba de la aventura, los desafíos y se enganchó.
En Concordia, la familia Matarasso alquiló un cuarto en una casa en en calle A. del Valle, donde funcionaba la carbonería de Tijman. Dividieron la habitación con una cortina, asignando la parte delantera para “comercio”, que ahora se denominaría “multirubros” porque lo armaron con los regalos que habían recibido en su casamiento .En la parte de atrás, pusieron unas camas donde fue aumentando la familia y ocasionalemente, Maria daba de mamar a la más chica, a la vez que estaba atenta a la llegada de clientes.
Los buenos vecinos de la carbonería compartían con ellos la entrada de los carros y el baño detrás, al que se llegaba pasando la caballeriza y de noche se complicaba, porque no había que espantar a los caballos…
Durante el día los chicos, que ya eran cuatro, se divertían dando tumbos en las montañas de leña, con otros niños del barrio y su amigo Lucho, hijo del carbonero.
María limpiaba, cocinaba, remendaba la ropa de los chicos, en el tiempo que la feria le dejaba libre. Moisés tomaba sus dos canastos cargados de mercaderías y salía. Al principio fueron naranjas, tambien medias, pañuelos, ropas confeccionadas por María y recorría las calles voceando las ofertas por los barrios, al tintineo de una campanilla manual de bronce que alertaba a los vecinos.
Su hermano Jacobo, desde Buenos Aires y con una buena posición económica lo ayudaba esporádicamente y con el tiempo le cedió su Ford 1938. También Moisés se asoció con su primo Yako (en la aduana le cambiaron el nombre por Jacobo) Matarasso y juntos vendían cueros desde La Cruz (Corrientes).
En los años ´20 alquiló la esquina de Entre Rios y San Martín, que con el tiempo llego a ser un megamercado, donde podías adquirir productos de muy buena calidad para toda la familia, y constituyó una escuela de vida y oficio para sus sobrinos y algunos nietos. Ya en los años siguientes, tuvo el apoyo de su hijo Leon al que en los ´50 cedió el manejo de la empresa, para dedicarse a lo que le apasionaba: viajar, conocer lugares y gente. Recorrió el y país y parte del exterior.

Lo encontrabas siempre elegante, vestido con impecable traje azul eléctrico con rayitas, corbata, cadena de oro cruzando el pecho hacia el reloj de bolsillo Longine. Las manos finas con anillo de piedra azul, muy erguido, de fina estampa, a pesar de su baja estatura .
Hacia los años ´70, el cruce de Entre Rios y San Martín fue el centro elegante y distinguido de Concordia. La amplia farmacia de enfrente, que aún luce en ese lugar, acompañada por la zapatería “La Elegancia” de Zimerman ; en la esquina opuesta la gran tienda Blanco y Negro, donde ahora funciona un Supermercado de orígen francés y en la restante el Banco de Entre Rios. Rodeados de otros negocios de similar distinción, como no olvidemos la Casa Modernell, donde encontrabas todos los artículos y novedades de moda, además de la simpatía y permanente sonrisa de Don Antonio.

La Feria Franca no se limitó sólo a las actividades comerciales, sino que fomentó la amistad entre el personal con los picnics colectivos al arroyo Yuquerí en los que participaba toda la familia.
En ese momento, años ´50, el Yuquerí era un parque que bordeaba el arroyo de raudas aguas cristalinas, muy heladas por su lecho de piedras y arboleda espesa, siempre concurrido por grupos numerosos que compartían los bailes y competencias.
Se transportaba a todos en un camión y era un día de campo con música, baile y camaradería, además de partidos de fútbol contra equipos de otros comercios. Gratos momentos eran revividos durante la semana siguiente: los encuentros, los bailes, donde la señorita Rosa del empaque era asediada por el personal masculino. Tambien se escuchaban en los corrillos las chanzas sobre el equipo de futbol perdedor, la ropa que usaron las chicas, especial para el campo: pollera acampanada, zapatos bajos (gazelas chatitas)

Lo que todavía recuerdan los asistentes fue el picnic de Viernes Santo en que llevaron tortillas, y en general alimentos sin carne, por la fecha religiosa. Para su sorpresa, vieron que otros grupos vecinos inundaban el lugar de humo y el aroma del asado que preparaban.
Todos los años, grupos de integrantes de la Feria Franca recorrían los barrios pobres cargados con bultos de mercaderías que distribuían entre la gente (según el principio hebreo de compartir )
Con los cambios económicos de los 70´s, esto se fue esfumando y esa esquina fue perdiendo su fisonomía característica, dejando solo la nostalgia de una céntrico y concurrido espacio.
Buly Hazan
Julio 2012
Leido tus comentarios Buly debo decir que me ha gustado esta historia. Ya conocia, no todos pero si muchos de tus apreciados relatos sobre la Famila de Moises (mi tocayo) tu abuelo y de Leon tu tio. El primero, que construyò su chalecito -prolijo como sus trajes- enfrente a la Escuela Normal y el segundo que vivia en la calle Alem 92 al lado de la casa en donde yo nací. La casa de mis vecinos, los Matarasso, constituia mi segundo hogar. Mis amigos Quique y Jose eran inseparables compañeros de aventuras, escondites, ajedreces y television cuando llego por fin al barrio, en mi casa primero y despues en la de ellos. Matilde, la mama de Quique y Sarita, mi mama, no nos podian separar ni aún llegada la hora del mediodia, motivo por el cual muchas pero muchas veces tenia que quedarme a almorzar alli con mis amigos o viceversa lo hacian en casa. Fue asi que te conoci…vos llegando de visita a casa de tus tios y yo ahi sentado con plato y tenedor.
Guardo de la Feria Franca, y de la Familia Matarasso hermosos recuerdos que nunca olvidarè.
A los 62 años Aún vivo en concordia no muy lejos de donde esta historia aconteciò y me siento feliz de ser participe de estos recuerdos.
Con afecto. Mosito
Hermosos tus recuerdos, Mosito. Muchas gracias!!!Un abrazo
Como siempre, Buly Hazan, describe con lujo de detalles, la vida cotidiana, de los gloriosos inmigrantes que de la nada, crearon negocios, empresas, y fundamentalmente hicieron crecer, personas de bien. Felicitaciones
Me parece excelente tu forma de transmitir la realidad de la ciudad y sus habitantes
Yo que conoci y frecuente mucho LA FERIA FRANCA asi como he frecuentado la casa de la flia MATARAZZO , me haces revivir esos tiempos con mucha nostalgia
Esa es tu habilidad .Con la escritura trasladas a esa epocas y eso es una gran virtud que no todos la tenamos
cada uno tiene su estilo de escritura , pero la tuya es clara y realista
FELICITACION BULY
BESO
HOLA COMO ESTAN…QUISIERA SABER QUE PARENTELA TIENEN CON LOS DUEÑOS DE ESA TIENDA ,,,QUISIERA SABER SI AUN VIVEN Y EN DONDE SI QUIEREN SABER PORQUE LOS INVITO A QUE ME MANDEN UN CORREO Y HABLAMOS…MUCHAS GRACIAS SU AYUDA SERIA MUY UTIL PARA MI
Hola Patricia, cual es tu apellido? En efecto, yo soy nieta de Moises Matarasso, y hay muchos descendientes de la familia en Concordia, que seguro les gustaría hablar con vos. Casualmente, en estos días se celebran los 100 años de la sinagoga de Concordia(del 10 al 12 de octubre) Yo vivo en Corrientes, pero frecuèntemente me contacto con ellos. Un abrazo
Vivirán todavía?! Solo necesito encontrar a mi hermano…Esta hermosa familia como todos la describen lo adopto el debe de tener entre 36 o 40 años no recuerdo bien…Me encantaría saber que pasó con el mi mamá lo único que nos dijo que ellos lo habían adoptado…Seria de gran ayuda saber de él….Saludos y bendiciones
Hola Patricia: desconozco el tema de la adopción de tu hermano. Intentare averiguar entre los familiares y/o ex/empleados-
También hay una señora que me mando mensaje privado en Facebook. No se si se trata del mismo caso, Dio otro nombre. Le sugerí que publique en las redes sociales, que son frecuentadas por gente de distintos lugares, y puede encontrar respuesta. Muchas gracias por comunicarte y te deseo éxito en tu búsqueda. Quedo a tu disposiciòn
Si es la misma historia…Ojalá pudiéramos encontrar respuesta y saber de él se llamaba cuando lo adoptaron Ramón Silvano Cortez…Hijo de Silvia Susana Sánchez….trabajaba con ellos cuando cerro la feria se fueron o no se que paso se lo dio en adopción de ahí no sabemos nada…Muchas gracias a sus por su tiempo y atencion
hola. estoy interesada sobre información de CASA MODERNELL cualquier cosa que sepan voy a estar agradecida que me la manden por E-MAIL cande_candi@hotmail.com cualquier anecdota o lo que sepan me sirve.gracias…
Hola Candelaria: Voy a buscar respuesta a tu consulta y te contesto a la brevedad.
Muchas gracias por comunicarte