El pogromo de Sagunt fue un aviso de lo que podía pasar, pero Pedro III lo resolvió expeditivamente.
Tal día como hoy del año 1348, hace 674 años, a Sagunt; un grupo numeroso de elementos de la nobleza urbana de Valencia capital (que se estima en unos doscientos componentes a caballo); entraban a la fuerza en la judería y se entregaban al saqueo de las casas y al asesinato de las personas que se les resistieron. Aquel asalto se producía en un contexto de extrema tensión social y política: hacía un año que se había declarado la Peste Negra: que estaba causando una brutal mortandad en el conjunto del continente europeo, y que se había traducido en una pérdida importante de fuerza motriz del trabajo en el medio agrario y en una disminución considerable de las rentas de los grandes propietarios latifundistas.
En el País Valencià (entonces reino de Valencia); la Peste Negra había afectado, en gran manera, a las zonas rurales del interior y del sur; pobladas por moriscos (descendientes de árabes que habían quedado bajo dominación del nuevo poder cristiano) que vivían y trabajaban en condiciones de semiesclavitud. La notable pérdida de efectivos laborales a los grandes latifundios nobiliarios; y la imposibilidad de parar aquella hemorragia demográfica, y de reponer la fuerza del trabajo —cuando menos, de forma inmediata— con nuevos contingentes poblacionales, también se tradujo en un alza de precios y escasez de productos alimenticios que creó una fuerte crisis en las ciudades, especialmente en la capital.
El estamento nobiliario valenciano, que estaba en conflicto con la corona por las políticas autoritarias del conde-rey Pedro III (Pere lo terç, en la documentación de la época); aprovechó aquel desbarajuste para rebelarse. Cuando se produjo el pogromo de Sagunt, hacía dos semanas que Pedro III había abolido los Privilegios de la Unión del reino de Valencia, que eran las constituciones del estamento nobiliario que limitaban el poder del rey. Poco después del Pogromo de Sagunt, el rey Pedro III ordenó al rabino de la comunidad cuantificar los daños. Y actuó contra los responsables de aquella brutal acción: fueron detenidos, encarcelados y confiscados para indemnizar a los damnificados.
Aquel ataque se produjo porque los judíos catalanoaragoneses no solo dependían del conde-rey, sino que habían sido —y eran— su puntual financiero. Eso sería lo que explicaría el porqué de aquel ataque: el pogromo de Sagunt —el primero de la historia de la Corona catalanoaragonesa— era un ataque a la corona. Y explicaría, también, la reacción de Pedro III a aquella brutal operación de destrucción y muerte. En cambio, cuarenta y tres años después, cuando se produjo la terrible ola de pogromos de 1391 (que provocó la desaparición definitiva de un buen grupo de juderías catalanas y valencianas); el conde-rey Juan I (hijo de Pedro III) no supo o no quiso reaccionar a tiempo —abandonando a sus súbditos judíos a su suerte— y los pogromos sucedieron uno detrás del otro.
Fuente: El Nacional | 1.11.2022
¿Corona Catalano-aragonesa?? Que falta de rigor y qué modo de inventarse la historia.